Susanna Griso sigue luchando cada mañana en Antena 3 por hacer un programa que interese. Vencida por Ana Rosa Quintana y Alfonso Arús. La competencia se la come y el exmarido de Ana Rosa esparce en su digital que los dueños de la cadena, los catalanes de Planeta, valoran echarla para poner en el matinal a Vicente Vallés. Espejo público tiene dos graves problemas: la parte informativa es muy de derechas, y la parte de entretenimiento es aburrida. Sin realities ni famosos que interesen, optan por la intimidad de la más famosa que tienen: la misma Griso.
En la mesa de "Curiosidades" mostraban medusas en una playa vacía. Trepidante. El copresentador intenta arañar unos puntos de share y Griso explica el peor día de su vida: "Me tendrías que poner una cabecera para esta sección de contar mi vida. No fue una situación con una medusa que picó a mi hija, ni me quité la parte de arriba del bikini. Eso es en tu imaginación. Íbamos en un barco y mi hija (Mireia) cayó por la proa y le pasamos con el barco por encima. Tuve que tirarme al agua para rescatarla. Le hicimos un torniquete con el bikini de una mujer que iba conmigo. El corte no fue muy profundo pero la llevamos al hospital. Fue el peor momento de mi vida".
No es su hija pequeña, Dorcette, sino la mediana Mireia. El mayor se llama Jan y este 2021 cumple 18 años y será mayor de edad. Los tres los tiene con Carles Torras, productor televisivo con quien está en trámites de divorcio después de 23 años.
Una mala experiencia, que se entiende que pasó en aguas de la Costa Brava. Tiene un dúplex en Platja d'Aro de 126 m2 y terraza de 63 m2 con dos parkings que vale casi un millón de euros. Espejo público es más interesante cuando la catalana narra su vida familiar. Sigue siendo el penúltimo matinal en audiencia, solo empeorado por otra catalana en Madrid, Mónica López. El drama es este.