Sandro Rosell, expresidente del F.C. Barcelona, y que pasó 21 meses en prisión preventiva por un presunto delito de blanqueo de capitales, del cual acabó siendo absuelto, ha sido entrevistado por Jordi Évole en su nuevo programa. 'Lo de Évole' es un espacio documental que trata el paso por la prisión y las consecuencias de este mal trago, y el caso del catalán era muy goloso por todos los ingredientes de la trama. Rosell se desahogó (con la presencia de sus abogados) y dejó una retahíla de titulares bien jugosos, alguno delirante y egoísta, como su postura sobre la independencia de Catalunya: "votaría sí en un referéndum, pero si ganara me iría de Catalunya".
El show de Évole ha sido uno de los programas más comentados del domingo, despertando todo tipo de opiniones a favor y en contra del empresario y mandatario culé. Ahora bien, algunos dirigen el foco hacia el comunicador, que demuestra mucha valentía con casos de corrupción, proponiéndole hacer lo mismo con otros casos que avergüenzan a buena parte de la ciudadanía del estado: por ejemplo, la barbaridad que se está haciendo con los chicos de Altsasu, o la represión contra Dani Martínez, madrileño solidario con los presos políticos independentistas. Es lo que ha hecho el escritor gallego Suso de Toro, siempre acertado.
Parece más cómodo meterse en determinados charcos que en otros. Pero la valentía y el periodismo también es esto.