Suso de Toro es uno de los mejores analistas políticos de España. Y es de los mejores porque no lo analiza todo bajo el prisma madrileño-céntrico de la capital del Estado. Desde su Galicia natal tiene una mirada limpia, sin dependencias ni condicionada por nada más que el sentido común. Ha visto unas elecciones absurdas solo para que la presidenta siga siendo la presidenta el mismo tiempo (le quedaban y le quedan 2 años de mandato) sustituyendo el apoyo de Cs por el de Vox. Una enorme estupidez democrática. Suso de Toro lo ve con las gafas catalanas:
Escribe Suso de Toro: "Pegaban y encarcelaban a la ciudadanía indefensa en Cataluña por ejercer sus libertades y les caía lejos... Ahora lse cayó cima. Mientras no reconozcan eso no aprenderán ni cambiarán". Este 4-M en Madrid los votantes han hecho cola con una gran suerte: no había Policía Nacional disolviendo las colas a porrazos. Pero cuando la izquierda española, representada por el triunfador de la noche Íñigo Errejón, no opinaba de Cataluña "porque le quedaba lejos" ahora le cae cerca la ultraderecha en pleno. Brillantísimo Suso de Toro.
Hay que escuchar otras voces no madrileñas por darse cuenta en qué están convirtiendo la política. Los followers de Suso de Toro, cien mil en twitter, catalanes, gallegos y de todos los lugares alejados de Madrid, aplauden una voz diáfana:
Lo más fácil sería señalar a la ultraderecha de Ayuso y Monstario pero Suso de Toro mira no el dedo sino la luna: las izquierdas de Más Madrid, PSOE y Podemos que no han sabido parar el populismo de ultraderecha. Cuando Vox era acusación popular en el juicio del procés, cuando señalaba a mujeres, homosexuales, negros, menores e independentistas. Cuando Ayuso se apoyaba en eso, la izquierda lo veía lejano. Moitas grazas, señor de Toro.