El capítulo del vestido de novia de Tamara Falcó arde. Después forzar la ruptura con las diseñadoras vascas Sophie et Voilà y acabar suplicando a la amiga Carolina Herrera que le salvara la boda del 8 de julio, ahora hay otro contratiempo que la angustia. El peso. La marquesa habría cogido algunos kilos que han modificado su figura y ahora es un mal momento, con el bodorrio a la vuelta de la esquina. No es la primera vez que le ha pasado algo parecido, tiene antecedentes por problemas de tiroides. Se los trató y, además, se sometió a un plan para adelgazar en un centro especializado y de lujo en Marbella. Una clínica de VIPS desesperados por perder kilos: los corporales, pero también los económicos.
Ser paciente de la Buchinger son palabras mayores. La lista de celebrites que han pasado por sus manos es extensa, de Sean Connery a Isabel Sartorius o, claro, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. La revista 'Semana' avanza las intenciones de Tamara de volver a ingresarse durante 21 días, tres semanas, y salir de allí con 10 kilos menos. El objetivo tiene un precio: 30.000€. Sale a 3.000 por kilo, como el caviar. Por esta furtuna, eso sí, vivirá como una reina. Famélica, pero reina. Para lucir hay que sufrir.
TAMARA FALCÓ EN 2020:
TAMARA FALCÓ EN 2023:
Tamara Falcó, 16 días sin alimentos sólidos para perder 10 kilos
Este precio es el de alojamiento en la opción prémium, una villa de lujo que se llama Villa María, "con cuatro tipos de estancias, 'suite' con terraza, bañera de hidromasaje y vistas al mar". Después, en las zonas comunes, podrá disfrutar de "asistencia médica y de enfermería 24 horas, biblioteca, gimnasio, jardines con huerto ecológico, una sauna, sala de cine o de yoga y piscina climatizada, Taichí y meditación". Fantasía. La cosa es mantenerla ocupada, para que pasara hambre. Y todos sabemos que pasarla altera mucho. De los 21 días de estancia, 16 serán de ayuno. La ingesta quedará limitadísima, los sólidos desaparecerán y el total diario a menudo rozará las 250 calorías. Una salvajada. Normal que tenga médicos las 24 horas del día, por si le da un patatús. Su vida serán "infusionas, zumos naturales recién exprimidos, agua mineral y caldos vegetales recién preparados".
El tratamiento salvaje más la estancia en una villa de lujo, 30.000€
El método del ayuno no es la única opción, pero sí la más efectiva para las necesidades de Tamara. En todos ellos queda totalmente prohibido "beber alcohol, bebidas gaseosas y azúcar". Antes del calvario tendrá un día de adaptación o purga, con "dieta ligera para favorecer la eliminación de líquido y sales laxantes". Acabado el infierno llegará la readaptación de 4 días con "un menú especial en el que se introducen poco a poco alimentos sólidos. Suelen incluir alimentos como pastel de verduras u hojas de endivia, platos muy poco calóricos y que a su vez pueden ser diuréticos". Vaya, que pasará también mucho tiempo en el lavabo. Antes, durante y después. Como una gastroenteritis. De oro macizo, eso sí.
Tamara se pone "a plan". A todo trapo. Un último apunte: Íñigo Onieva tiene 21 días "de Rodríguez" que le han llovido del cielo. Alerta.