Justo después de que Íñigo Onieva le pidiera matrimonio a Tamara Falcó, empezaron a surgir toda clase de escándalos. El detonante fue la filtración de un vídeo donde el empresario sale dándole un beso a una mujer en un festival, algo que negó rotundamente en ese momento y que posteriormente no le quedó más que aceptar cuando se hizo evidente que sí había sido él. Una disculpa pública no sirvió para arreglar su relación en ese entonces, porque también se supo que él hacía fiestas privadas con mujeres en su discoteca. Una serie de hechos que han quedado en el pasado, pues Íñigo le dijo adiós al ocio nocturno. 

En 2021 se abrió Lula Club, la discoteca que fundó Íñigo Onieva con otros dos socios. Su ubicación tiene mucho significado, pues está en plena Gran Vía (54) de Madrid, un concepto que se popularizó rápidamente por su inspiración con la discoteca más legendaria del mundo, Studio 54. El novio de Tamara Falcó quería recuperar el espíritu del templo de diversión por el que pasaron figuras como Truman Capote, David Bowie, Andy Warhol, Elizabeth Taylor, entre otros. Incluso es el escenario de la historia de la que fuera mujer de Mick Jagger, ingresando sobre un corcel blanco al club al ritmo de Sympathy for the devil. 

Con acabados de terciopelo, espejos y ornamentos dorados, se trata de un espacio ideal para acoger a 1200 personas. Se convirtió en el sitio de moda por su ambiente vibrante, animaciones de dj, conciertos y fiestas especiales. Haciendo honor a la discoteca que inspiró el concepto de Lula Club, es el espacio de fiesta más apetecido de la capital. Pero esta aventura empresarial y todo lo que suponía en la vida de la pareja quedó atrás.  

La transformación de Íñigo Onieva al casarse con Tamara Falcó 

El nuevo enfoque de Íñigo es Casa Salesas, un restaurante ubicado en uno de los barrios más cotizados de la capital, que fundó junto a Casablanca Hospitality. Este es un nuevo proyecto súper ambicioso que integra tres conceptos: restaurante-casa-coctelería. “Casi de inmediato, el restaurante se convirtió en el sitio en el que los madrileños querían dejarse ver y ser vistos”, decía una fuente a Vanitatis.

Y es que la vida del ingeniero dio un giro completo tras obtener el perdón de Tamara y tomar la firme decisión de continuar su compromiso. Optó por dejar la vida nocturna y centrarse en otros negocios, por lo que está creando una estructura empresarial que da inicio con Casa Salesas. Aunque sigue siendo socio minoritario de Lula Club, un negocio que cerró su primer ejercicio prácticamente con 400 000 euros y sigue creciendo. Eso sí, cedió su labor como relaciones públicas y tampoco es la imagen del club, con lo que no ha vuelto a pisar el local. Es impresionante que en apenas unos meses la vida de Íñigo Onieva cambió radicalmente. Hizo todo lo posible para complacer a Tamara Falcó y tratar de enmendar el escándalo y la vergüenza que pasó al enterarse de las infidelidades. Además, es un miembro asiduo de las iglesias porque la religión es un pilar en su relación.