Tamara Falcó vive una interminable luna de miel. La marquesa de Griñón se casó finalmente con Íñigo Onieva, aunque todos los indicadores le decían que no lo hiciese. Si las cosas iban mal siempre podían ir peor. La joven está muy ilusionada y disfrutando de su nueva vida al lado de su marido. Confirmó que cuando regresase de su luna de miel se pondría manos a la obra con su sueño de convertirse en madre, pero por ahora es algo que ha aplazado porque aún le queda alguna que otra escapada este verano.
Tras sus cuatro semanas en África, Tamara Falcó regresó a Madrid para cumplir con un compromiso profesional y lavar la ropa para irse a París. Un fin de semana romántico con Íñigo Onieva, se han vuelto inseparables. Ahora pasará unos días en Sotogrande con unos amigos, donde pondrá punto y final a sus vacaciones.
Lo primero que ha hecho al llegar a Sotogrande ha sido aparcar el lujo para pisar el Mercadona como una ciudadana más. Ya estuvo en el mismo supermercado el año pasado. Según testigos presenciales, Tamara Falcó se fotografió con todo el mundo que le pidió una foto. Muy amable.
Tamara Falcó ha apostado por un tratamiento natural
Y es que las vacaciones siempre cambian el carácter, y más cuando podrías estar esperando a un bebé. El sueño de Tamara Falcó es convertirse en madre y el matrimonio ya habría hecho sus primeros intentos. La marquesa tenía claro que no quería dar este paso hasta que fuese una mujer casada, sino iba en contra de sus creencias. Aunque siempre le gustaba, no era una prioridad en su vida, si no aparecía la persona adecuada no iba a ser madre soltera.
Tamara Falcó sabe que ser madre a su edad no es una tarea sencilla. Sin embargo, la marquesa ya se ha curado en salud y se ha sometido a un tratamiento natural para controlar todos los niveles de su cuerpo y conocer de primera mano la mejor forma y momento de quedarse embarazada.
Ya hace un mes que se han casado y de momento Tamara Falcó no ha hablado de embarazos. Continúan buscándolo. Llegará cuando tenga que llegar, aunque la colaboradora tiene claro que sucederá, tarde o temprano.