No todo es glamour y lujos en la vida de Tamara Falcó, Enrique Iglesias y Ana Boyer. Más allá de los flashes y las revistas del corazón, los lazos familiares que unen a estos tres famosos revelan una historia llena de matices, complicidades y también tensiones. Lejos de los focos, los hermanos han construido vínculos únicos que, aunque marcados por la distancia, siguen siendo sorprendentes.

Tamara Falcó, en una reciente entrevista, dejó entrever aspectos entrañables y desconocidos de su infancia junto a sus hermanos. La Marquesa de Griñón, nacida del matrimonio entre Isabel Preysler y Carlos Falcó, creció rodeada de un entorno familiar diverso. Entre los más mencionados, destacó a Enrique Iglesias, con quien, según sus propias palabras, vivió una relación de amor-odio en su niñez. “Siempre me he llevado fenomenal con mis hermanos. Con Julio mejor que con Enrique porque me hacía rabiar mucho”, confesó Falcó. Y agregó: “Como le había destronado, todo el día estaba chinchándome, y yo también a él”. La llegada de Tamara, cuando Enrique apenas tenía 6 años, transformó su dinámica. Las bromas y las travesuras eran parte del día a día, pero a medida que crecieron y maduraron, esa cercanía se fue diluyendo.

De hecho, la ausencia del cantante en la boda de Tamara con Íñigo Onieva dio pie a especulaciones. Aunque la socialité atribuyó su falta de asistencia al rechazo de Enrique hacia los eventos multitudinarios, fuentes cercanas aseguran que el verdadero motivo podría ser una relación tensa con Onieva. Se dice que el intérprete de ‘Héroe’ mantiene un resentimiento hacia él por las infidelidades que ha cometido contra su hermana, lo que complicó aún más la situación.

Ana Boyer: la muñequita de la familia

Mientras que la relación con Enrique ha tenido sus altibajos, Tamara describió a su hermana menor, Ana Boyer, como su “muñequita”. Ana, fruto del matrimonio de Isabel Preysler con Miguel Boyer, llegó a la vida de Tamara cuando tenía ocho años. Desde ese momento, la marquesa asumió un papel protector y cariñoso hacia ella.  Pese a la diferencia de edades, las hermanas han mantenido una relación sólida. Ana incluso ha señalado que su hermana disfruta enormemente del papel de tía, mostrando especial dedicación y cariño hacia sus sobrinos. “Tamara está contentísima. Disfruta muchísimo con mis hijos. Ellos la adoran y siempre que pasamos por Madrid, vamos a dar un paseo. Pasan ella e Íñigo a recogerles, a llevárselos a hacer planes y ellos la adoran”, comentó Ana Boyer.

Grupos de WhatsApp y bromas familiares: el nexo digital de los Preysler-Falcó

La distancia física no ha sido un impedimento para mantener la comunicación entre los hermanos. Según Tamara, los grupos de WhatsApp juegan un papel clave para mantener vivo el contacto. “Tengo uno por el lado Falcó y otro por el Preysler”, confesó, entre risas, durante su aparición televisiva. En una llamada en directo con Julio Iglesias Jr., su hermano mayor, Tamara no pudo evitar quejarse: “Siempre se sale del chat familiar. No paro de meterle, pero se sale del grupo a los tres minutos”, comentó con humor. La razón, según Julio Jr., es sencilla: “Hablan demasiado”. Así, los hermanos, aunque marcados por diferencias de edad, personalidades y distancias geográficas, mantienen una relación particular y a menudo divertida. Tamara Falcó, Enrique Iglesias y Ana Boyer han logrado construir un nexo único que, aunque lejos de ser perfecto, refleja la complejidad y belleza de las relaciones familiares.