Desde su boda en julio de 2023, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han manifestado abiertamente su deseo de formar una familia. Sin embargo, sus intentos por concebir no han dado resultado. Según Los40, la pareja ha recurrido incluso a tratamientos de fertilidad que respetan sus valores religiosos, aunque sin éxito por el momento. Esta situación ha generado, de acuerdo con El Correo Gallego, un ambiente de frustración y nerviosismo que ha derivado en acusaciones cruzadas y discusiones recurrentes entre ambos. La misma fuente señala que las tensiones están empezando a pasar factura en la estabilidad emocional del matrimonio.
El trabajo de Íñigo y la soledad de Tamara: un muro invisible
El conflicto se agrava por las demandas profesionales de Íñigo Onieva, quien, según indica La Vanguardia, ha estado completamente volcado en su nuevo proyecto empresarial, el restaurante Casa Salesas, inaugurado en mayo de 2024. Esta dedicación ha generado en Tamara una sensación de soledad y abandono, lo que ha intensificado las tensiones entre ambos. Tal y como apunta Diario Crítico, Tamara habría pedido más tiempo de calidad con su marido para fortalecer su vínculo, pero el exceso de trabajo de Íñigo ha dificultado ese equilibrio.
El foco mediático aumenta la presión sobre la pareja
La situación no ha pasado desapercibida para la prensa ni para la opinión pública. Según CLM24, Íñigo Onieva mostró una actitud evasiva y visiblemente molesta ante los periodistas sobre los rumores de crisis en su matrimonio. Por su parte, El Periódico recoge que Tamara ha optado por una postura más serena y ha compartido su confianza en que, si es la voluntad de Dios, lograrán formar una familia. Sin embargo, ha evitado profundizar en los detalles más delicados de su relación, lo que ha alimentado aún más las especulaciones. Además, según declaraciones recogidas por Cadena SER, el periodista Martín Bianchi ha sido tajante al referirse a la pareja, calificándolos como "insoportables los dos", una afirmación que refleja el tono crítico con el que algunos sectores mediáticos han abordado esta crisis.
Fe, esperanza y una incógnita que sigue abierta
Pese a las dificultades, Tamara sigue confiando en que, si es la voluntad divina, lograrán formar la familia que tanto anhelan. El Correo Gallego recoge que la marquesa de Griñón ha reiterado su fe como pilar fundamental para sobrellevar este momento tan delicado. Mientras tanto, la pareja se enfrenta al desafío de reencontrarse emocionalmente y equilibrar sus objetivos personales y profesionales. Si consiguen superar este escollo, podrían salir más fortalecidos; de lo contrario, la crisis actual podría derivar en una ruptura definitiva. Por ahora, el futuro de Tamara Falcó e Íñigo Onieva sigue siendo una incógnita, aunque la atención mediática no perderá detalle de cada movimiento de una de las parejas más mediáticas del panorama español.