Desde hace algunas décadas, Tamara Falcó no deja indiferente a nadie. Si hay algo que ha sabido copiar y mejorar de la personalidad de Isabel Preysler es el tener una buena imagen. Así pues, son muchas las firmas que reclaman su presencia para crear marcas. Es contratada y sale en distintos medios porque saben que va a triunfar, que seguramente hará comentarios que acabarán siendo tendencia en las redes o que le añadirá algún toque particular a la situación más ordinaria. Si de amigos se trata, tiene un don especial para hacer reír y crear un buen ambiente. 

Hace algunos años, Isabel Preysler decía en El Hormiguero que Tamara Falcó era la alegría de la casa, y eso es algo que sigue muy vigente. Los hermanos se reían con sus ocurrencias y había incontables anécdotas suyas. Algo que, con el tiempo, ha logrado transmitir en pantalla. A menudo demuestra que no flaquea al momento de mostrarse genuina y real, que tiene unas convicciones internas muy arraigadas y que no es de las que se rinden. Pese a que no lo ha tenido tan fácil como parece, pues lidiar con la prensa desde su nacimiento es todo un reto, lo afronta con valentía y entusiasmo. No hay dudas de que mucha gente querría ser amigo de la marquesa de Griñón. Al menos, de eso da fe Pablo Motos. 

Tamara Falcó se emociona en el plató, el elogio inesperado de Pablo Motos 

Corría el último segmento de El Hormiguero cuando Pablo Motos introdujo un tema que generó grandes reacciones. Enumeraba los rasgos que presentan las personas con inteligencia emocional, según un estudio de Harvard. “Uno: hacen sentir especiales a los demás, interesándose por sus opiniones. Dos: crean un clima de confianza en sus interacciones. Y tres: hablan de sus fracasos, igual que hablan de sus éxitos”, decía. En medio de esta tertulia hubo varios comentarios e intervenciones. 

En un momento dado, Cristina Pardo señaló su parecer diciendo que la inteligencia emocional también está definida por la capacidad de hablar de los éxitos sin llegar a ser excesivo alarde de ello. Además de expresar sus fracasos con soltura, para demostrar que no todo en la vida es perfecto ni tan idealizado como se tiende a creer. Y fue esta la opinión que despertó más interés en Motos, quien dijo que esa definición encajaba muy bien con Falcó y decidió describir su cualidad.

“Cuando has pasado por alguna dificultad y estábamos en algún momento crítico, cuando teníamos la conversación de qué vamos a hacer ahí abajo, siempre tenías un chiste en mitad del drama”, reconoció. Este monólogo inesperado hizo que Tamara Falcó se emocionara. No solo confesó que estaba al borde de las lágrimas, sino que le dio un gran abrazo a su compañero. Así fue como acabó la tertulia, con las emociones desbordando en el plató.