Desde su boda con Íñigo Onieva, Tamara Falcó ha estado en el centro de la atención mediática por un motivo muy claro: su deseo de convertirse en madre. Sin embargo, la maternidad no ha llegado tan rápido como la marquesa de Griñón esperaba, y la presión social ha comenzado a afectar su vida diaria. Pero Tamara no se rinde. Además de seguir diversos tratamientos médicos, ha recurrido a su profunda fe católica, realizando fervorosas oraciones, donaciones importantes a la iglesia y ofrendas en misas, pidiendo por el "milagro" que tanto ansía.

Desde el día en que Tamara Falcó se casó con Íñigo Onieva, no ha habido evento o entrevista donde no le pregunten sobre el tan esperado embarazo. Aunque la marquesa siempre expresó su deseo de formar una familia lo antes posible, la realidad ha sido más difícil de lo que imaginaba. En una reciente aparición en el programa ‘El Hormiguero’, Tamara confesó que ha estado intentando quedar embarazada desde su luna de miel, pero hasta ahora no ha habido éxito.

Opciones limitadas: la maternidad desde la perspectiva de Tamara Falcó

"'Me lo intento tomar con bastante filosofía, es verdad que llevo intentando quedarme embarazada prácticamente desde que nos fuimos de viaje de novios y no se ha dado, pero como tengo mucha confianza en Dios, pues se dará y si no, tal…'', expresó con resignación ante las cámaras. Pero lo que más ha sorprendido es que, debido a sus valores católicos, Tamara se ha limitado en cuanto a los tratamientos médicos a los que puede recurrir. Mientras muchas personas optan por la fecundación in vitro o la gestación subrogada, la hija de Isabel Preysler ha dejado claro que esas opciones no están sobre la mesa. “Yo tengo mis creencias. Para mí son más limitadas las opciones", confesó, evidenciando la lucha interna que vive.

Tratamientos médicos y la fe: el último recurso de Tamara

La desesperación de Tamara Falcó por convertirse en madre ha llegado a un nivel sin precedentes, y su devoción religiosa ha jugado un papel crucial en su proceso. Según fuentes cercanas, Falcó ha realizado importantes donaciones de dinero a diversas iglesias y ha participado en numerosas misas, donde ha hecho ofrendas especiales pidiendo por su maternidad. Su fe en la Virgen de la Alegría, a quien considera su mayor protectora, ha sido uno de los pilares fundamentales en su vida.

Tamara ha asistido a ceremonias religiosas donde ha encendido velas y ha recitado oraciones con la esperanza de que la Virgen María, representada con el niño Jesús en brazos, le conceda el milagro de la vida. Pero eso no es todo. La marquesa ha hecho grandes donaciones para construir altares en honor a Cristo y otras figuras sagradas. Se rumorea que las cantidades de dinero donadas podrían alcanzar cifras astronómicas, todo con el objetivo de ganar el favor divino y finalmente quedarse embarazada.

Además de las importantes sumas que ha donado a la iglesia, la hija de Isabel Preysler continúa con tratamientos médicos. En ‘El Hormiguero’, reveló que actualmente está bajo la supervisión de una especialista en Barcelona que está trabajando en mejorar su microbiota, un proceso esencial para mejorar su salud reproductiva. Sin embargo, estos métodos naturales parecen no haber sido suficientes, y los rumores sobre la desesperación de Tamara Falcó no dejan de crecer.