La boda del año, si es que finalmente se celebra, no será idílica. El próximo 8 de julio Tamara Falcó e Íñigo Onieva sellarán su unión sentimental tras un periplo polémico, delirante y lleno de obstáculos. El madrileño llegará con la lengua fuera, pidiendo la hora y con un nivel de estrés de pánico. Que nadie se extrañe si se presenta en la destartalada finca El Rincón pinchado de bótox para tratar de aparentar su edad real, 33 años: durante los últimos meses le han caído unas cuantas décadas encima. Infidelidades, mentiras, show público, redención religiosa, reconciliación, preparativos de boda, urinarios portátiles, listas de boda, la cuñi en problemas, peleas con la prensa, reformas en casa, traslados, planes de paternidad... Ains, cuánta fatiga. Y cuánta tensión.

Las casas de apuestas harían bien de abrir una línea sobre este bodorrio, las dudas sobre su viabilidad no son menores. Onieva genera desconfianza, el dicho de la cabra tira al monte sobrevuela la mente de la novia, la suegra, los amigos y en general, todos aquellos que siguen este serial pijo y amoroso. Tamara ha perdonado a su amado, sí, pero no olvida lo que pasó. Por eso la serie de condiciones impuestas a Íñigo, como lo de dejar la fiesta y los ambientes de perdición nocturnos, cuando menos en primera línea. El hombre lo aceptó todo, qué remedio. Tenía que ganar puntos por lo civil, lo criminal o lo espiritual. De momento la estrategia ha funcionado, sí, pero solo con su novia. Con la familia política lo tiene mucho más jorobado.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva / GTRES

Tamara ha perdonado a Onieva, pero su familia no se fía

La versión oficial del clan es que si Tamara ha decidido tirar millas, fenomenal, fantástico, chachi piruli. Otra cosa es la realidad de puertas para adentro, la madre Isabel no las tiene todas, no se fía. Tiene mucha experiencia en relaciones complicadas e infidelidades, y ojo de loca no se equivoca. Pasa lo mismo con otros miembros ilustres de su entorno familiar, con un nombre que sobresale sobre el resto: Julio José Iglesias. El hijo del cantante y la filipina, hermano de la Falcó, tiene que hacer auténticas proezas para hablar de su futuro cuñado de forma positiva... o al menos, no negativa. Cuando saltó el escándalo del morreo de Onieva con otra mujer en el desierto de Nevada, lo sentenció: "Mi hermana merece otro tipo de hombre, que esté a su altura en cuanto a sentimientos y bondad. Mejor que esto haya pasado antes de la boda". Ahora el panorama es diferente, pero su opinión no mucho. La expresó anoche durante su fiesta de 50.º cumpleaños, junto a su nueva novia Vivi di Domenico.

Julio José Iglesias en su cumpleaños con su novia Vivi di Domenico / GTRES

Julio José Iglesias hunde al futuro marido de su hermana

9 palabras, 9, son las que necesitó Julio Iglesias Jr. para hundir a Íñigo. Si lo más bonito que puedes decir del futuro marido de tu hermana es "a quien le tiene que gustar es a ella", pues hala, no hay más preguntas, señoría. Se las dijo a la prensa con Tami de cuerpo presente (y sin su prometido). Normal que pusiera esta cara cuando abandonaba la fiesta en una discoteca de Madrid, donde también había gente como Pepe Navarro o Susana Uribarri. El hijo cantante y vivalavida de Julio Iglesias tenía ganas de marcha en todos los sentidos, porque también disparó contra Mario Vargas Llosa, el ex de la mami Preysler: "No me sorprendió la ruptura con Mario porque las relaciones empiezan y acaban. Cuando dos personas no están bien, lo mejor es separarse. Si mi padre la ha defendido es por algo".

Tamara Falcó a la salida del cumpleaños de su hermano Julio José Iglesias / GTRES
Íñigo Onieva no asistió, no era muy bienvenido / GTRES

Iglesias Jr. no las mata callando, no. Él habla por esa boquita, y de qué manera. Onieva, como Vargas Llosa: en la lista negra.