El matrimonio entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que desde su inicio ha sido seguido de cerca por el público, atraviesa uno de sus momentos más delicados. La madrugada del sábado al domingo, la pareja vivió un episodio de alta tensión en un conocido local de Madrid, lo que dejó en evidencia las grietas de su relación. Testigos aseguran que la marquesa de Griñón y su esposo tuvieron una fuerte discusión, tras la cual se les vio distanciados y visiblemente molestos. Este incidente no solo pone en el foco las dificultades del matrimonio, sino que también resalta las tensiones familiares que los rodean.
Tamara e Íñigo, que contrajeron matrimonio en julio de 2023 en una de las bodas más mediáticas del año, están enfrentando un momento de profunda crisis. Uno de los puntos de conflicto más importantes es la frustración por el bebé que no llega. Según algunos medios, ambos deseaban ampliar la familia poco después de casarse, pero los meses han pasado sin resultados, generando una presión que ha derivado en tensiones y reproches mutuos. La discusión que protagonizaron este fin de semana habría sido la culminación de semanas de desencuentros. La pareja intercambió palabras acaloradas en público, en un ambiente tenso que dejó sorprendidos a los presentes. Tras el altercado, se les vio sentados en extremos opuestos del local, evitando el contacto visual y prácticamente ignorándose.
Familias separadas y tensiones acumuladas
A los problemas personales de la pareja se suman las ya conocidas tensiones entre sus familias. Isabel Preysler, madre de Tamara, nunca ha escondido su desconfianza hacia Íñigo Onieva. Desde el inicio de la relación, la socialité ha mantenido una postura distante, generando un evidente "desencuentro emocional" con su yerno. Por su parte, la madre de Íñigo tampoco goza de buena relación con Isabel, lo que ha llevado a que las familias permanezcan prácticamente separadas y eviten coincidir en eventos sociales. El distanciamiento entre las dos familias se hizo aún más evidente durante las celebraciones navideñas. Mientras Íñigo y Tamara optaron por pasar parte de las fiestas juntos, Isabel Preysler se mantuvo completamente al margen, lo que muchos interpretaron como un claro mensaje de desaprobación.
Una madrugada para el olvido en la relación de Tamara e Íñigo
El episodio en el local madrileño parece ser solo la punta del iceberg de una relación que se encuentra bajo una gran presión. Tamara, conocida por su carácter conciliador, habría intentado apaciguar las cosas, pero el desacuerdo con Íñigo fue inevitable. Este incidente llega en un momento en el que los rumores de crisis entre ellos son cada vez más frecuentes. Sin embargo, ni Tamara ni Íñigo se han pronunciado públicamente sobre lo sucedido. Ambos han mantenido un perfil bajo desde la noche de la discusión, lo que no ha hecho más que avivar las especulaciones sobre el estado de su relación.