Tamara Falcó e Íñigo Onieva tienen una rutina basada simplemente a viajar y comer, pero no por eso iban a prescindir de las vacaciones. La pareja de socialités se iba a desconectar de sus eternas vacaciones en las cuales viven, y lo hacían, y más ni menos que en uno de los destinos más exóticos que habíamos escuchado nunca: Seychelles. El archipiélago de quince islas es uno de los pocos rincones que a la marquesa de Griñón le faltaba para descubrir, cuando menos, durante el año la hemos visto en Miami, en Venecia, en París, entre otros destinos. El plan preferido de la pareja es subir a un avión, pero no lo hacen sin rumbo, ni con ganas de fluir y aventurarse, en todos estos rincones encuentran el lujo perfecto para alojarse.
Por si todavía nos pensábamos que no lo habíamos visto todo, en este último destino la pareja ha traspasado todos los límites. Está claro que sus butacas son de oro, y no pueden parar de demostrarlo. Con la excusa de la falsa etiqueta 'de influencer' Tamara Falcó nos publican todos los detalles del viaje, dejando al descubierto a todas y cada una de las actividades y servicios que tienen a su disposición. En primer lugar, los podíamos ver viajando con un avión donde tenían servicio de bar y podían seguir su ruta de trece horas por las pantallas. Detalles absurdos para seguir corroborando que son ricos. Una vez aterrizaron el destino, los esperaba un hotel de donde no se moverían del establecimiento porque les ofrecían todo tipo de servicios impensables, por la ligera cifra de 2.000 euros la noche.
Tenemos claro que no se moverán del Raffles Seychelles por dos sencillos motivos. En primer lugar, para aprovechar y exprimir al máximo estos millares de dinero que se gastarán del sueldo de la marquesa, y, en segundo lugar, porque es el sitio ideal para rascarse la barriga, ya que tienen un mayordomo las 24 horas del día para ellos solitos. Eso no es todo, según ha detallado Vanitatis, en este exclusivo hotel, los clientes no están en habitaciones, sino que disponen de chalets privados con piscina privada. Pero el detalle que los acabó de convencer para querer visitarlo fue las actividades que ofrecían, los propietarios del hotel se califican de "especialistas en romance" y todas las parejitas como la de Onieva y Falcó tienen a su disposición sesiones de fotografía, sesiones de yoga, buceo, pesca en la alta mar o una clase de cocina criolle. Estaba claro cuál sería la primera que disfrutarían juntos, a Tamara Falcó le encanta ponerse el delantal.
Vía Instagram les hemos visto cocinando una ensalada y un pollo en el curry, dos elaboraciones que para la ganadora de MasterChef debieron estar chupadas, pero que muy seguro les habrá hecho subir el precio total de la estancia. Eso sí, no pueden evitar compartir y publicarnos cada día su amor por la red, solo al echar un vistazo a las últimas publicaciones, nos queda claro que están más enamorados que nunca. No sabemos si uno del otro o de la vidorra que se han planeado desde que se dieron el famosísimo "si quiero". Quién sabe, quizás están disfrutando de sus últimos días solos, antes de ser tres y anunciarnos su esperadísimo embarazo.