Empiezan a salir todas las informaciones de la verdadera relación que mantenían Íñigo Onieva y Tamara Falcó. Tras 'Sálvame' sacar un vídeo en el que Onieva supuestamente besa a una chica en una discoteca con Tamara a apenas diez metros del acto, hoy Telecinco otra vez -quién si no- saca a colación unas imágenes brutales que muestran que lo de la marquesa de Griñón y el fiestero Onieva viene ya de lejos. Parece que no estaban tan enamorados como se dejaban ver cada dos por tres. Su relación podría ser una gran mentira y todo por culpa del madrileño. Tamara, por fin, ha dicho basta: ya no luce el anillo de compromiso de 14.500€ y ya no sigue a Íñigo en su cuenta de Instagram. Parece que él ya es para ella pasado pisado.

'El Programa de Ana Rosa', con Joaquín Prat al frente, ha sido el encargado de revelar estas últimas imágenes que ponen en un brete a Íñigo Onieva. Son instantáneas que datan de principios de 2022, en un lugar muy paradisíaco, pero por lo que se ve, también muy infernal para ellos dos: Punta Cana, Santo Domingo. Allí se podría haber empezado a torcer la relación. Lo primero que se ve en el reportaje emitido en Ana Rosa es como un típico buggie dominicano que conducía Onieva se sale de la carretera. El entonces novio de Tamara lo quiere recuperar y ponerlo de nuevo en la calzada, pero la marquesa pasa de sentarse a su lado y lo hace a distancia, en la parte de detrás del vehículo. Una señal que apenas tendría importancia si no se relaciona con las siguientes imágenes, escasos instantes después.

Del buggie pasaron al yate, en el que siguieron con una actitud muy poco cariñosa. Con la música a tope, Tamara e Íñigo apenas se cruzaron palabra y no intercambiaron ni un solo gesto de complicidad durante toda la mañana. Mientras Íñigo bailaba y cantaba creyéndose el nuevo David Bisbal, la hija de la Preysler movía las caderas junto a uno de sus amigos. "Fue un fin de año complicado para ambos", sentencia la periodista Sandra Aladro ante las cámaras de Ana Rosa, antes de pasar a dar más detalles.

'El programa de AR', hoy T5

El motivo por el que apenas se hablaron durante el viaje

Aladro va más allá y narra al dedillo lo que pasó durante la estancia de la pareja en la urbanización Casa de Campo, en La Romana, una de las villas más caras de Punta Cana y que Tamara, Íñigo y unos amigos suyos alquilaron para pasar el fin de año. Mientras la pareja colgaba tomas en stories haciendo ver que todo iba bien, se ve que no todo era un camino de rosas. Tamara, que llegó más tarde a la urbanización sola en avión, habría estado "prácticamente sin dirigirle la palabra" a su novio, debido a que este no fue al aeropuerto a buscarla en coche. La marquesa de Griñón tuvo que ir sola a la villa: el hecho de que Íñigo no acudiera a su rescate al aeropuerto le sentó como una patada en el culo a Falcó. "A partir de ahí, no le vuelve a dirigir prácticamente la palabra a su pareja", remata la reportera.

Un fin de año muy agrio

Aladro lo deja caer como una bomba: fue un fin de año 2021 lleno de disgustos para Tamara. Lo del buggie y lo del aeropuerto quedó en segundo plano cuando la Falcó vio cómo se las gastaba su novio en respuesta a su retirada de palabra. Onieva habría pillado una lancha motora desde el yate en el que se encontraba junto a Tamara y, con un amigo de acompañante, se las habría pirado a otro yate cercano a seguir la party. A la vuelta a la villa, ya con Tamara esperándolo, Onieva habría llegado muy contentito. Una prueba más de que esto no chutaba ni a la de tres. Mientras Tamara tenía unos valores muy pijos basados en el amor romántico y el marquesío, Íñigo era todo lo contrario: un jeta y un fiestero. Y un caradura.