Tamara Falcó ha conseguido su propósito de convertirse en una mujer casada, aunque son pocos los que apoyan su matrimonio con Íñigo Onieva, básicamente por su fama de mujeriego y sus anteriores infidelidades. Parece que el empresario es una persona nueva y la vida les ha dado una segunda oportunidad. Ahora están muy felices disfrutando de su luna de miel. Unos días después de la boda viajaron a Sudáfrica. "El comienzo de un viaje tan dulce como la miel y de tanta belleza como la luna", ha escrito la marquesa de Griñón al compartir varias fotos que resumen su estancia en Sudáfrica, primer destino del periplo.
El matrimonio ya se encuentra en su último destino de su luna de miel. Pronto regresarán a Madrid donde esperan poderse ir a vivir al lujoso ático que compraron y cumplir uno de sus mayores deseos. Tamara Falcó ha puesto toda su ilusión en convertirse en madre el próximo año. Debido al viaje exótico de luna de miel, la hija de Isabel Preysler ha tenido que ponerse varias vacunas y esto ha imposibilitado empezar a intentar quedarse embarazada. Aunque no es del agrado de la joven, Íñigo y ella toman precauciones en estas semanas.
Tamara Falcó confía en la naprotecnología
Sin embargo, es algo que llegará muy pronto porque Tamara Falcó se ha puesto en muy buenas manos. La hija de Isabel Preysler sueña con ser madre pronto, ya que tiene 41 años. A pesar de su edad quiere hacerlo de forma natural. Por eso, Tamara ha recurrido a la naprotecnología un tratamiento natural que ayuda a mujeres con problemas de fertilidad.
Tamara Falcó negó en la revista ‘Hola’ que se hubiese sometido a día de hoy a algún tratamiento de fertilidad, aunque es cierto que ha probado uno que mide los distintos niveles de hormonas y vitaminas del cuerpo para estar en el mejor estado de salud posible ante una futura maternidad.
Se trata de la naprotecnología, lleva a cabo un diagnóstico de las causas de la infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, mediante el estudio y seguimiento del ciclo de la fertilidad del matrimonio.
Con este tratamiento, Tamara Falcó conseguiría su deseo de ser madre de una forma natural, alejándose de la reproducción asistida. Descubrió la naprotecnología a través de una amiga. "Tami, si lo llego a saber, lo hubiese empezado antes de casarme”, le dijo.
Empezó con este tratamiento unos meses antes de casarse con Íñigo porque es un proceso muy lento y no es un tratamiento de fertilidad como tal. Sus intenciones de ser madre son claras y cuanto antes mejor.