Tamara Falcó se encuentra profundamente enamorada de Íñigo Onieva, considerándolo el amor de su vida y la persona con la que anhela construir una familia. Este deseo se presenta como la culminación necesaria para que su vida sea perfecta. Recientemente, la pareja se trasladó a su nuevo hogar después de completar las reformas. A pesar de sus esfuerzos por concebir durante su extensa luna de miel, el tan ansiado embarazo aún no ha tenido lugar. La marquesa de Griñón confirma que, a pesar de varios intentos, no está embarazada y reconoce que, debido a su edad, que supera los cuarenta años, la posibilidad se complica.
Tamara ha optado por canalizar sus esfuerzos de manera natural y aún no ha recurrido a tratamientos de fertilidad convencionales. Ha depositado su confianza en la naprotecnología, un método natural que aborda las posibles causas de la infertilidad tanto en el hombre como en la mujer. Este tratamiento implica el estudio y seguimiento del ciclo de fertilidad de la pareja. La elección de Tamara por este enfoque busca realizar su deseo de ser madre de manera natural, alejándose de las técnicas de reproducción asistida. Descubrió la naprotecnología a través de una amiga que lamentó no haberla conocido antes de casarse.
Tamara Falcó no consigue quedarse embarazada y valora la adopción
A pesar de la lentitud de este proceso, Tamara inició el tratamiento unos meses antes de su matrimonio con Íñigo, destacando sus claras intenciones de ser madre cuanto antes. Han pasado ya siete meses desde esa boda.
A día de hoy ser padres no es un tema que les agobie. "Cuando estas solo te preguntan 'cuándo vas a tener novio', cuando tienes novio te preguntan 'cuando os casáis' y ahora lo que toca el niño. No tengo presión. Voy bastante a mi bola. Depende de Dios. Tengo plena confianza, si viene fenomenal y también conozco muchos matrimonios felices sin niños...", declaraba con la naturalidad que le caracteriza. Espera que llegue pero no ha sido el momento.
"Seguimos con la ilusión de formar una familia. Es un momento super bonito para vivir en pareja. Hace muy pocos meses que nos casamos y hemos estado viajando mucho (...) Tenemos esa ilusión pero con la calma porque estamos juntos y felices", contaba.
Tamara Falcó está desesperada y no descarta ningún tratamiento. Se ha gastado ya miles de euros sin éxito. Ya habla abiertamente de la adopción, incluso del vientre de alquiler. Su ilusión es ser madre, o más bien una necesidad creada. Ya se habría puesto en manos de los mejores especialistas de cada ámbito.