El embarazo de Tamara Falcó es un tema de interés en los medios y en la propia familia Preysler. Sin embargo, tras numerosas preguntas y especulaciones, la socialité ha puesto un freno. La hija de Isabel Preysler ha pedido a su familia que, tanto delante de Íñigo Onieva como de los medios, se evite cualquier referencia a su “problema de fertilidad”, una situación que, según fuentes cercanas, ha tensado el ambiente en la casa de la marquesa de Griñón. La familia de Tamara Falcó, acostumbrada a acaparar portadas y hablar de sus logros y eventos sociales, ahora enfrenta un nuevo reto: el pacto de silencio en torno al embarazo de Tamara. A pesar de los rumores sobre la búsqueda de un embarazo, el tema parece ser incómodo, sobre todo para Íñigo, quien, según cercanos, no soporta el peso de los comentarios.
Tamara, consciente de la presión social y familiar, ha dejado claro que no quiere que se hable de su situación, especialmente en presencia de Íñigo. Su esposo, según revelan algunos amigos, se siente frustrado cada vez que el tema sale a la luz, ya que le recuerda la dificultad que enfrentan como pareja para formar una familia. Esto ha generado tensiones entre él y Tamara, quien en un esfuerzo por evitar conflictos, decidió imponer esta “ley de silencio” en casa y en las reuniones familiares.
Isabel Preysler, la madre que "no presiona"… al menos en público
Isabel Preysler, siempre elegante y discreta, ha mostrado apoyo hacia su hija. En su reciente aparición en el evento de los premios Mujer Hoy 2024, la socialité abordó la cuestión sin mencionar directamente el “problema” de su hija, asegurando que "no pasa nada" si Tamara no logra convertirse en madre. Aunque sus palabras parecían de apoyo, muchos interpretan este tono relajado como una postura controlada para evitar más tensiones con Íñigo. Isabel ha sido descrita por sus allegados como una abuela entusiasta, deseosa de ver más nietos correteando a su alrededor, pero su faceta de madre protectora le exige no forzar la situación de Tamara.
Terreno minado: el embarazo se convierte en un asunto delicado
La postura de Íñigo Onieva es uno de los factores principales que han hecho de este tema un tabú en la familia. La presión tanto de los medios como de su entorno parece haber impactado al empresario, quien, según fuentes, siente que es responsable de la ausencia de novedades sobre el anhelado embarazo. Como resultado, Tamara ha solicitado a su familia que eviten tratar el tema en las reuniones y comentarios en el hogar, ya que incluso una simple mención podría desatar conflictos.
Íñigo Onieva, quien ha sido objeto de controversia en el pasado tras su infidelidad, parece estar buscando tranquilidad en su matrimonio y no desea que su vida personal sea una fuente de tensión. La decisión de Tamara de blindarlo de comentarios y su propia petición de discreción es una muestra de la delicada situación que enfrentan, algo que ya comienza a afectar su dinámica familiar. Las expectativas familiares y sociales solo han añadido leña al fuego, y ahora que Tamara Falcó ha hecho su solicitud de silencio, queda claro que el tema del embarazo se ha vuelto un terreno minado para la familia Preysler.