Desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva decidieron darse el "sí, quiero", su relación ha estado bajo el constante escrutinio público. Tras el escándalo de infidelidad que casi pone fin a su compromiso, la marquesa de Griñón ha perdido la confianza plena en su marido. Ahora, la socialité ha decidido tomar medidas drásticas para asegurarse de que su marido no vuelva a cometer los mismos errores.
Las medidas que ha tomado Tamara Falcó en su relación
Según fuentes cercanas a la pareja, Tamara ha impuesto la condición de que Íñigo Onieva la acompañe a cada uno de sus viajes y compromisos sociales. Esta estrategia parece ser una manera de mantenerlo alejado de las tentaciones que, según los rumores, lo acechan en la capital española. La pareja disfruta de una vida repleta de lujo y exclusividad. Sin embargo, detrás de las sonrisas y las fotografías perfectas que inundan sus redes sociales, muchos se preguntan si esta cercanía extrema es una muestra de amor o una estrategia de control extremo por parte de Tamara.
La madre de Tamara, Isabel Preysler, comparte la misma desconfianza hacia Íñigo. Preysler ha dicho que le ha advertido a su hija que vaya con mucho cuidado, ya que los hombres no cambian. Esta advertencia refleja la profunda preocupación que sienten las mujeres de la familia por la fidelidad de Íñigo. El sistema de vigilancia establecido por Tamara es meticuloso. Sus amigos y confidentes desempeñan un papel fundamental como observadores atentos de las acciones de Íñigo. Cada uno de sus movimientos es informado a Tamara, lo que le permite mantener un control constante sobre su esposo. Aunque la hermana de Enrique Iglesias defiende públicamente a su esposo y afirma que ha dejado atrás los problemas, sus acciones revelan que la herida no ha sanado por completo.
La desconfianza persiste al punto de que algunas amigas de Tamara incluso han confesado que rezan para que Íñigo Onieva tenga otro desliz, lo que, según ellas, permitiría que Tamara se replantee su situación. Para el entorno de Falcó él es un egoísta, y ella está cegada. Además, aseguraron que, aunque Tamara sube muchas fotos felices a Instagram, no lo está realmente. Por su parte, Íñigo Onieva parece estar bajo una presión constante. No solo debe enfrentar los rumores y el escrutinio del público, sino también la supervisión permanente de las personas más cercanas a su esposa.
La reconciliación de Íñigo Onieva y Tamara Falcó
Según Susana Griso, periodista y colaboradora del programa Espejo Público, la reconciliación de Tamara e Íñigo generó inquietud en el entorno de ella. "Cualquier error que Íñigo cometa podría significar el fin de su relación", explicó. Expertos en relaciones sentimentales consideran que este nivel de vigilancia podría ser insostenible. Griso señaló que, aunque las amigas de Tamara quieren su bienestar, mantener una relación con tanta fiscalización puede resultar agotador. Sin embargo, parece que Tamara Falcó está convencida de que esta estrategia es necesaria para evitar repetir el pasado y mantener a Íñigo Onieva bajo control. Queda por ver si este enfoque extremo funcionará para fortalecer la relación o si, por el contrario, contribuirá a un mayor desgaste emocional entre ellos.