Tamara Falcó estaba muy enamorada de Íñigo Onieva, o desesperada. La marquesa de Griñón supera ya los 40 y todavía no ha cumplido su sueño de ser madre. Una mujer creyente como ella no puede tener hijos fuera del matrimonio ni sin un hombre al que ame. Cuando se separó del empresario por una infidelidad pensó que nunca más formaría una familia, tal vez por ello se dieron una segunda oportunidad. El pasado sábado 8 de julio se casaron y se convirtieron en matrimonio. Ahora su próximo deseo es ser padres, pero por ahora tendrán que esperar unas semanas. Por prescripción médica, debido a su viaje a Sudáfrica y a todas las vacunas que han debido administrarse por su salud, no se les recomienda tener relaciones íntimas sin precaución.

La hija de Isabel Preysler quiere hacer abuela de nuevo a su madre muy pronto, así lo ha confesado en la millonaria exclusiva concedida a ‘Hola’ con dos partes. "¿Cuándo viene el primer hijo?", se pregunta Tamara. "Para cuando Dios quiera y ojalá quiera. Ya estamos abiertos, sí. Creo que para después del viaje de novios...", asegura. Sobre el número de hijos que quieren tener juntos, dice: "Los que vengan, los que vengan". 

Íñigo Onieva y Tamara Falcó
Íñigo Onieva y Tamara Falcó

Tamara Falcó se somete a un tratamiento natural para tener hijos 

A Tamara Falcó le gustaría formar una familia numerosa. Ella es creyente y no es fanática de utilizar preservativos en sus relaciones íntimas. Aunque no se ha sometido a ningún tratamiento de fertilidad, confiesa que se encuentra realizando desde hace meses un tratamiento natural. "Desde hace varios meses estoy con un método natural que se llama Fertilitas. Me lo comentó una amiga y es un método para medir tu cuerpo y asegurarte de que está bien". Sobre este método, explica: "No es un tratamiento de fertilidad como tal, pero te van estudiando tu cuerpo”. Debido a su edad es más complicado que Tamara Falcó pueda quedarse embarazada a la primera.

Tamara Falcó con Íñigo en el Polo Norte
Tamara Falcó con Íñigo en el Polo Norte

"Tarda porque hay que reunirse con una monitora, conocer tu cuerpo... Ya lo he estado haciendo aunque, la verdad, no he sido la mejor alumna del planeta". Está preocupada por su edad, pero confía mucho en Dios, él será el que le mande esos hijos, y si no llegan es que no debía convertirse en madre. "Me estoy casando con 41... Claro que me preocupa el reloj biológico. Pero también confío mucho en Dios, y si quiere que tenga hijos, los tendré". 

Por ahora no valora la posibilidad de congelas sus óvulos. "Bueno, no me quiero ver en esa tesitura. Primero vamos a ir por la vía natural. Por eso me he preocupado en tener el cuerpo sano. Si después tenemos problemas, ya veremos”.