Si hay unas fechas extremadamente rigurosas para los más religiosos, estas son los días de Semana Santa. La tradición indica que no se puede pecar, ni siquiera se puede comer carne, hace falta rezar y seguir el paso del todopoderoso en su muerte y resurrección. Sin embargo, quien conoce perfectamente las tradiciones que hay que cumplir rigurosamente es Tamara Falcó. La hija de la Presley va a misa casi cada día, incluso tiene una aplicación radar para encontrar las mejores iglesias y misas durante sus viajes. Su compromiso es heavy no hay nadie que le pueda arremeter estas normas religiosas, ni siquiera su gran amor, Íñigo Onieva. La religión siempre es lo primero.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva / Europa Press
Tamara Falcó e Iñigo Onieva / Instagram

Tamara Falcó e Íñigo Onieva son un matrimonio de costumbres en todos los sentidos. Asisten a misa juntos semanalmente y cada jueves emprenden su ritual por separado como matrimonio. Digamos que es la noche de desenfreno donde puede hacer sacar de nuevo su faceta de soltero mientras la mujer participa en la tertulia semanal de El Hormiguero. Él se va cada jueves y sin falta, sale a cenar con los amigos en restaurantes de estrella. No pueden faltar rutinariamente sus reportajes fotográficos de todos los platos que degustan y las botellas de vino que se beben, un vicio que les agujerea el bolsillo. Aunque parezca que él se hace el sordo, Tamara Falcó también se deja ir de la lengua con sus compañeros de tertulia de forma pública, se desahoga y de vez en cuando suelta alguna perla sobre el matrimonio que nos regala titulares como los de hoy.

Recientemente, la Falcó se confesaba sobre la última bronca que había tenido con su marido. Parece que a Íñigo Onieva no le gusta demasiado que la marquesa suelte comentarios sobre detalles íntimos de su relación. A Tamara Falcó le encanta charlar, pero siempre la pifia. Durante su última intervención al programa, nos ha destapado un nuevo momento del matrimonio: la prohibición de la marquesa a su marido durante la Semana Santa. Un pecado capital. Resulta que, durante los días de oración y recogimiento, Íñigo Onieva quería invitar a unos amigos en casa, pero Tamara Falcó le prohibió rotundamente. Las fechas religiosas piden soledad y penitencia, nada de ocio y diversión fuera de Jesucristo. Amén.

Tamara Falcó molesta con Íñigo Onieva / Antena 3

Los colaboradores y el público en shock, pero no había excusa ni argumento para arremeter contra su nombre. "Yo he estado en recogimiento y oración. En general no he hecho tantos planes, el pobre Íñigo quería invitar a unos amigos y le he dicho ¡no! Recogimiento y oración, vete tú con tus amigos, pero en mi casa, no. Ya estabas advertido. (...) Pero que se vaya con sus amigos en otro sitio, no en la casa del recogimiento y la oración" Ella es la más disciplinada con la tradición. Y parece que estos días, aparte de rezar, también habría podido ocurrir algún otro milagro.

Sonriendo de oreja a oreja, con un nuevo corte de pelo y una mano que parece que se dirija a la barriga, todo el mundo especula que podría haber un bebé en camino. La Semana Santa levanta pasiones, las fechas podrían haber hecho el milagro de la vida.