Poco a poco va bajando el soufflé de la boda de Tamara Falcó. Después de unas semanas en las que no se ha hablado de otra cosa en muchas revistas de papel cuché y programas del corazón, otros temas van ocupando la agenda del día. Sin embargo, todavía van saliendo a la luz algunos detalles que quedaron en el tintero. Y el último que se ha dado a conocer tiene que ver con el estilismo de Tamara.
El primer vestido que lució Tamara fue en la fiesta previa a la boda, el viernes por la noche. Para entonces Tamara eligió un traje blanco muy elegante. A este look le siguió el vestido de boda. Un diseño de estilo medieval que a algunos les encantó, mientras que otros solo tuvieron críticas. Un vestido que Tamara cambió por otro más informal, enfocado a la fiesta posterior, que tuvo mejor recepción entre el público y los expertos. Y todo ello se cerró con un look veraniego que lució en el brunch que tuvo lugar el domingo.
Así fue el look que eligió Tamara Falcó para la noche de bodas
Ahora ha salido a la luz lo que la Marquesa de Griñón llevó en uno de los momentos más importantes del fin de semana. Concretamente, en su noche de bodas. Según destaparon en Telecinco, la hija de Isabel Preysler optó por un diseño de Alejandra Rojo para sorprender (y seducir) a Íñigo Onieva. Aunque el atuendo, para la mayoría, tuvo poco de seductor. "Tamara nos pidió poco. Era muy su estilo", comentó la diseñadora. Y tan sencillo. No tenía lencería. Y para muchos era más propio de una “señora mayor”.
“Ella ya había elegido los modelos que quería llevar, con lo cual, no se ha hecho algo realmente especial para ella pero sí hemos introducido detalles especiales. Con esta bata cualquiera se siente una marquesa”, comentó Alejandra sobre un vestido que no da para imaginar a Tamara haciendo el salto del tigre precisamente. Un modelito para el que, por cierto, “se gastó un poquito más de 500 euros”. Laura Castro, reportera de Telecinco, se lo probó en directo.