La socialité y marquesa de Griñón, Tamara Falcó, ha dado de qué hablar una vez más. En una reciente aparición en la presentación del libro de su amiga Ana Finat, la prensa volvió a preguntarle por sus deseos de convertirse en madre junto a su esposo Íñigo Onieva. Fiel a su estilo, Tamara respondió con una sonrisa, revelando que aunque su amiga tiene cuatro hijos, a ella "ya no le da tiempo". Sin embargo, en su búsqueda por lograr el milagro de la maternidad, Falcó ha recurrido a una estrategia inusual: ¡ha contratado a una legión de monjas para que recen a diario por ella!

Profundamente devota y con una fe católica inquebrantable, Tamara ha apostado por la intervención divina en su lucha por quedarse embarazada. Y no es una broma; según fuentes cercanas, la hija de Isabel Preysler ha realizado generosas donaciones a varias congregaciones de monjas, quienes, a cambio, incluyen sus plegarias en las oraciones diarias, pidiendo a Dios que le conceda el milagro de la maternidad.

La devoción de Tamara Falcó: monjas rezan día y noche por su embarazo

Para Tamara, la fe es el pilar de su vida, y en su deseo de convertirse en madre, esta fe se ha convertido en un recurso extraordinario. Las mismas fuentes señalan que Falcó ha financiado construcciones de altares y capillas, todos dedicados a su devoción religiosa, en diferentes iglesias. Incluso, ha solicitado un altar especial en honor a la Virgen de la Alegría, figura central en sus plegarias, con la esperanza de que esta le otorgue el tan ansiado milagro.

El compromiso de Tamara con su fe va más allá de lo convencional. Según informantes, las monjas rezan por ella varias veces al día, desde el amanecer hasta el anochecer, en un acto de dedicación que sorprende a propios y extraños. Así, esta legión de monjas a sueldo representa, para la marquesa, la mayor muestra de su confianza en la providencia divina. Mientras otras celebridades recurren a la ciencia, Tamara confía plenamente en que Dios será su guía en el camino de la maternidad.

Tamara Falcó: la fe, por encima de la ciencia

En una era en la que la ciencia ofrece innumerables opciones de fertilidad, desde la fecundación in vitro hasta la gestación subrogada, Tamara ha decidido no tomar ese camino. "Yo tengo mis creencias. Para mí son más limitadas las opciones", afirmó en una entrevista reciente en ‘El Hormiguero’. Las declaraciones de Falcó generaron controversia, especialmente en redes sociales, donde sus seguidores se dividieron entre quienes la apoyan y quienes creen que debería considerar la tecnología médica para cumplir su sueño de ser madre.

Con 43 años a punto de cumplir, Tamara Falcó se enfrenta a la presión del reloj biológico, pero asegura que vive el proceso “con mucha paz” y plena confianza en Dios. “Si es que sí, es que es mi camino y si es que no, es que también es mi camino”, comentó recientemente. Esta visión espiritual ha sido clave en su vida y, ahora más que nunca, se aferra a ella para cumplir su deseo de ser madre.