Tamara Gorro, más enfadada que nunca. Después de que su marido, el futbolista Ezequiel Garay, superara el coronavirus, la colaboradora de televisión está muy atenta ahora a la salud de su abuela, que tiene 85 años y problemas vasculares. La señora necesita hacerse regularmente la prueba del Sintrom, pero con la crisis sanitaria por la COVID-19 no puede ir al hospital. Así que necesita que un especialista sanitario se desplace a su casa. Un trámite que se ha acabado convirtiendo en un infierno para la famosa de Telecinco y su familia.

@tamara_gorro

En su perfil de Instagram, Gorro denuncia el mal trago que han vivido cuando se ha puesto en contacto con un centro médico de Madrid: "Mi madre llama para preguntar y la jefa de enfermería se pone de una manera muy desagradable, le dice que la única solución es que mi abuela vaya hasta allí. Acto seguido, llamo yo y compruebo lo mismo. Me dice que ella no está para discutir estas estupideces y que no van a ir porque hay muchos enfermeros infectados", afirma que le ha acabado atizando.

Pero es que Tamara asegura que la situación todavía ha ido a peor cuando la jefa de enfermería del centro se ha plantado en casa de la abuela: "Se han presentado en casa de mi abuela. Ha entrado esta mujer de muy mala manera, la ha llamado vieja. Sin mascarilla, ni guantes, ni bata. Además, le ha dicho que viene de una semana de baja porque estaba infectada por el coronavirus. No sabemos si ha dejado el virus en casa y mi abuela tiene un ataque de ansiedad brutal". Su testimonio provoca escalofríos.

@tamara_gorro

Está tan indignada que ha puesto una reclamación y ahora hace los trámites para hacer una denuncia online. Mientras espera que se la acepten, alerta a sus vecinos: "Si alguien me ve, que lo sepa. Y que nadie la deje entrar en su casa porque ha estado infectada y va sin protección". Aunque deja claro que el trato con el resto del personal sanitario ha sido excelente. Tranquilizador.