El mundo del espectáculo ha sido testigo de una de las reconciliaciones más esperadas en la historia reciente de la música pop: la de Taylor Swift y Katy Perry. Lo que alguna vez fue una amistad floreciente entre dos de las estrellas más brillantes de la industria musical se convirtió en una rivalidad feroz que mantuvo a los fans al borde de sus asientos durante años. Ahora, después de una década de tensiones, las dos cantantes finalmente han enterrado el hacha de guerra.
El conflicto entre Taylor Swift y Katy Perry no surgió por cuestiones amorosas, como algunos podrían pensar, sino por desacuerdos profesionales que llevaron a una serie de desencuentros públicos. Todo comenzó cuando Swift reclutó a tres bailarines de la gira 'California Dreams' de Perry para su propia gira, lo que desencadenó una serie de eventos que llevaron a una ruptura abrupta entre las dos estrellas.
La historia de una rivalidad: desencuentros y dardos envenenados
Lo que siguió fueron años de intercambio de indirectas en las redes sociales, letras de canciones con mensajes velados y boicots a través de sus respectivos círculos sociales. Las hostilidades entre las dos cantantes se manifestaron en la música y en eventos públicos. Swift lanzó "Bad Blood" en 2014, una canción que muchos interpretaron como una referencia directa a su conflicto con Perry, mientras que Perry respondió con provocaciones sutiles en eventos como su actuación en el intermedio del SuperBowl 2015.
Durante una entrevista con 'Rolling Stone', Taylor Swift abrió la caja de Pandora al hablar sobre el tema. Confirmó que su canción 'Bad Blood', aún inédita en ese momento, trataba sobre otra artista femenina a la que optó por no mencionar. “Me hizo algo terrible. Pensé, 'oh, somos enemigas'. ¡Y ni siquiera era por un chico! Tenía que ver con el trabajo", explicó la cantante. "Trató de sabotearme una gira entera. Intentó contratar a un montón de gente de mi equipo sin que me enterara. Y sorprendentemente yo no soy una persona conflictiva, no te creerías cuánto odio las disputas. Así que ahora tengo que evitarla. Es incómodo, y no me gusta", concluyó.
El fin de una era y el comienzo de una nueva amistad
Así transcurrieron varios años, con idas y venidas, involucrando a otros artistas como Nicki Minaj, Calvin Harris y Kanye West en este conflicto. Sin embargo, el destino de esta enemistad cambió cuando Katy Perry extendió una rama de olivo a Taylor Swift en forma de una carta escrita a mano en 2018, marcando el comienzo del fin de su disputa. La reconciliación entre Swift y Perry se hizo pública con el lanzamiento del video musical de "You Need To Calm Down", donde ambas artistas aparecen juntas, disfrazadas de unas patatas fritas y una hamburguesa, respectivamente.
Este gesto simbólico marcó el final oficial de su enemistad y el comienzo de una nueva etapa de amistad y colaboración entre las dos superestrellas del pop. El cénit de esta reconciliación llegó durante el concierto de Taylor Swift en Australia, el pasado mes de febrero, donde Katy Perry no solo asistió, sino que también compartió un video cantando 'Bad Blood' y una foto junto a Swift. Este gesto simbólico confirmó ante el mundo que la paz finalmente había llegado entre las dos artistas.