Después de una semana de 'paradinha', el gran duelo televisivo entre Telecinco y Antena 3 para liderar la noche de los lunes fue una realidad: 'Mask Singer' estrenaba segunda temporada contra el 'Conexión Honduras' de Jordi González. La expectación con el programa de Arturo Valls en Atresmedia era notable: tenían el listón muy alto tras una primera aventura arrasadora. El concurso de cantantes enmascarados presentaba cambios, como la sustitución de Malú por Paz Vega, nuevos disfraces y, evidentemente, la incógnita de saber que estrellas (o estrellados) irán desfilando por el escenario. Repitieron estrategia: la primera máscara descubierta era una bomba internacional, como pasó con Georgina Rodríguez. La primera de habla inglesa, se vanagloriaban. Evidentemente, guardaron la carta hasta el final, pero ni así pudieron competir contra 'Supervivientes': González marcaba a un 20'5%, mientras que Valls y compañía se quedaban en un 16'7%. Primera batalla perdida, y un mal presagio.
Las comparaciones son odiosas, y el paso de la primera a la segunda temporada no le ha sentado nada bien al formato de Fremantle. Algo no funcionaba, las nuevas máscaras no lucían tanto, la edición parecía atropellada, el jurado era un jaleo sin sentido... todo destilaba cierta sensación de incomodidad y prisas. Quizás fue ese el motivo de que la multitud de seguidores disminuyera y se quedara a 4 puntos de Mediaset, que celebra que la jugada le ha ido de perlas. En todo caso, 'Mask Singer' sí que nos ofreció una imagen para el recuerdo, como ver la sangre de Michael Jackson en el escenario disfrazada de Menina de Velázquez: una de las hermanas del "rey del pop", La Toya. Imaginamos que la cadena ha quemado la chequera con la invitación, y que no llegaba más que para un programa, claro. Ahora bien, gracias a la red hemos descubierto que así se gana la vida: de 'MS' en 'MS'. Este fue el momento:
La participación de La Toya, sin embargo, permite hacer volar la imaginación de los seguidores de 'Mask Singer': quizás los participantes de este año son realmente sorprendentes, de aquellos que no te esperas ni en sueños. Es su gran baza para girar la tortilla y recuperar el control. Si no, el futuro es negro.