Segunda sesión del debate de investidura en el Congreso de los Diputados. Pedro Sánchez ya es presidente del gobierno aunque el circo del hemiciclo ha continuado este martes dando muestras del comportamiento tabernario que tienen sus integrantes. Las buenas formas y el respeto hace tiempo que se perdieron, especialmente por parte de los miembros hiperventilados de PP, Vox y Cs, supurando saliva como perros que hayan contraído la rabia. Pero los escaños del Congreso no son los únicos que asisten al comportamiento perdonavidas de las derechas. En los locutorios de radio son tan o más soberbios.

Cadena SER

Programa especial de Hoy por hoy en la Cadena SER. Àngels Barceló desplazada al Congreso, entrevistando momentos antes del inicio del debate a los diferentes representantes políticos. También ha pasado la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Y para no faltar a lo que de ella se esperaba, ha vuelto a utilizar el habitual tono de sabelotodo sabiondo dando lecciones y haciendo reprimendas. Le empieza preguntando la periodista catalana:  "¿Imagina quién puede estar detrás de esas amenazas que han recibido algunos de los diputados socialistas".

Sergi Alcázar

Y la Marquesa de Casafuerte, a la suya: "“Te escuché decir que la derecha era ‘una jauría hambrienta’”. "Yo no he dicho exactamente eso, pero bueno", la corrige Barceló. Y Cayetana, erre que erre: "“Creo que la expresión ‘jauría hambrienta’ sí la dijiste. Una jauría es un grupo de perros. Eso es llamar perros. Y en mi caso es llamarme perra”. La pepera buscando brega y encontrando la mejor respuesta posible a gente como ella: la indiferencia. Porque la presentadora, en lugar de reaccionar como Cayetana quería, la trata como si hubiera oído llover: "¿Quién no es demócrata aquí"?.

Y eso que Cayetana y Barceló colaboraron hace tiempo en tertulias conducidas por la periodista cuando la primera todavía no había hecho su entrada en política... Barceló concluye la miniestrevista asegurando que hay “una segunda acepción a jauría: conjunto de quienes persiguen con saña a una persona o a un grupo”. “Me alegro de que sea la segunda acepción y no la primera”, dice Álvarez de Toledo. Los que nos alegraríamos seríamos todos nosotros si algún día Cayetana Álvarez de Toledo no se inventara la realidad y tergiversara lo que no le gusta escuchar.