La Navidad llegó al clan Campos, pero desde hace un par de años ha perdido la esencia que la caracterizaba. La ausencia de María Teresa Campos, quien era el pilar central de la familia, ha dejado un vacío profundo. Su figura era la que unía a las hermanas, aunque su relación nunca ha sido tan perfecta como a veces se proyecta en televisión. A lo largo de los años, las colaboradoras han sabido aprovechar sus desavenencias y situaciones familiares para generar contenido y obtener beneficios económicos, convirtiendo las exclusivas en su estrategia habitual para mantener su posición mediática.
Este año, las cosas parecían tomar un rumbo distinto. En un primer momento, Carmen Borrego y su hijo, José María Almoguera, decidieron dejar a un lado sus diferencias por el bienestar del pequeño de la familia. El joven accedió a que su madre pudiera ver a su nieto, pero la relación sigue siendo tensa. Ni siquiera se entrega el niño en persona ni se permite una visita dentro de su casa. A pesar del gesto inicial, los lazos entre madre e hijo siguen rotos, y José María no quiso pasar los días de Navidad junto a Carmen.
La reciente maternidad de Alejandra Rubio, quien dio la bienvenida a su hijo Carlo hace pocas semanas, parecía ser un motivo de alegría que podría suavizar las tensiones familiares. Sin embargo, esto solo ha añadido más fricciones. Mientras Alejandra y Terelu celebran con entusiasmo la llegada del bebé, Terelu continúa rechazando al padre de Carlo, Carlo Constanzia, y a Mar Flores, con quien se niega rotundamente a compartir mesa o techo.
Las Campos, más divididas que nunca con sus hijos
Por su parte, Alejandra tampoco mantiene una buena relación con Carmen Borrego. Sus enfrentamientos en televisión han sido frecuentes, dejando en evidencia que la armonía familiar es más una apariencia que una realidad. Este año, Carmen celebró en casa con su esposo, mientras Terelu pasó tiempo con Alejandra, pero evitó asistir cuando supo que Mar Flores estaría presente. Estas divisiones reflejan que el clan Campos está lejos de ser la familia unida y perfecta que a veces intenta aparentar.
Como todas las Nocheviejas, Terelu Campos ha cenado con su hermana Carmen Borrego y el matrimonio formado por Fidel Albiac y Rocío Carrasco. La hija de Rocío Jurado siempre ha declarado que las hijas de María Teresa Campos son hermanas para ella. Pero en esta ocasión las grandes ausencias han estado marcadas por los más jóvenes de la familia.
