La casa de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia se ha convertido en el epicentro de una tormenta familiar que nadie puede ignorar. A pesar de la felicidad que trajo la llegada de su primer hijo en diciembre, la sombra de la mala relación entre Terelu Campos y Mar Flores sigue al acecho. Lo que en un principio parecía ser solo un rumor, ahora es una realidad incuestionable: ambas mujeres no quieren verse ni en pintura y han convertido la vida de sus hijos en una coreografía de visitas programadas al milímetro para evitar cualquier encuentro.

La encargada de destapar la situación ha sido nada más y nada menos que Belén Esteban, quien aseguró tener información de una fuente cercana a Mar Flores. “Estoy muy cercana a alguien muy cercano a Mar Flores. Esta persona me dice que Mar solo ha puesto una condición a su hijo Carlo. Esa condición es que no se encuentre con Terelu Campos en ningún momento”, ha explicado la de Paracuellos. Este veto tajante ha puesto de manifiesto que la relación entre las dos abuelas está completamente rota.

Lejos de intentar limar asperezas, Flores ha optado por una estrategia de invisibilidad total respecto a Terelu. Cuando visita la casa de su hijo, lo hace con horarios cronometrados para no cruzarse con la madre de Alejandra Rubio. Y si eso no fuera suficiente, según ha contado la propia nieta de María Teresa Campos, su suegra siempre usa el garaje para entrar y salir sin ser vista.

Terelu lo niega todo, pero las pruebas dicen lo contrario

Intentando salvar su imagen, Terelu Campos ha desmentido en varias ocasiones cualquier tipo de enemistad con Mar Flores. En sus propias palabras: “Yo nunca he tenido ni un más ni un menos con Mar Flores. Nunca jamás, nada (...) No forma parte de mi círculo de amistad. Cada una tenemos una vida. Eso no significa que yo tenga algo en su contra y estoy segurísima que ella no tiene nada en contra de mí".

Sin embargo, los hechos hablan por sí solos. Nunca han coincidido, ni siquiera en el hospital cuando nació el bebé, y los movimientos de Mar Flores en la casa de su hijo parecen más propios de una operación secreta que de una simple visita de abuela. Para colmo, fuentes cercanas han revelado que cuando Alejandra Rubio regresa del trabajo, su suegra abandona la casa de inmediato.

Alejandra Rubio: atrapada en un fuego cruzado familiar

Mientras tanto, la hija de Terelu Campos se encuentra atrapada en un fuego cruzado que amenaza con estallar en cualquier momento. Aunque ha intentado restarle importancia a la situación, asegurando que tiene una "muy buena relación con su suegra", las circunstancias dicen lo contrario. El distanciamiento entre las dos abuelas pone en una situación incómoda a Carlo y Alejandra, quienes deben hacer malabares para que ambas puedan compartir tiempo con su nieto sin levantar sospechas.

La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo podrá mantenerse este frágil equilibrio antes de que todo estalle públicamente? La tensión está en su punto más álgido y, conociendo el temperamento de ambas, un choque frontal podría ser inminente. Mientras tanto, en la casa de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, las puertas seguirán cerrándose y abriéndose en horarios calculados para evitar una reunión que, a todas luces, sería explosiva.