Mila Ximénez, tras una dura lucha de un año contra el cáncer de pulmón, perdió la vida el pasado miércoles 23 de junio. Único día que Telecinco no tenía previsto emitir Sálvame. Sin embargo la cadena hizo cambios de última hora y en honor a la periodista de Sevilla hizo un programa especial que duró una hora y media. Un fallecimiento que ha sentado como un jarro de agua fría a muchos de sus amigos y compañeros, quienes aún no consiguen hacerse la idea que nunca más volverán a ver a Ximénez​ en persona. Una de las que más devastada está es Terelu Campos. Así lo ha confesado en su blog en la revista Lecturas, donde ha contado lo primero que hizo nada más dar el último adiós a la periodista.

Terelu Campos, Telecinco

"Recibí la noticia mientras estaba trabajando y no pude ir al tanatorio tan rápido como me hubiera gustado", asegura la hija de María Teresa Campos en dicha revista. Y es que Terelu se encuentra inmersa en las grabaciones de la próxima edición de MasterChef Celebrity, que llegará a la televisión de caras a septiembre. "Necesitaba estar junto a su familia en esos duros momentos, porque ellos también son mi familia. Hasta que no llegué a esa sala de la M-30 no pude tranquilizarme", asegura. Pues Terelu y Mila, pese a sus idas y venidas, han sido grandes amigas. Tanto es así que Terelu, quien consiguió vencer al cáncer, se convirtió en uno de los principales apoyos de la de Sálvame en su dura lucha contra la enfermedad. Foto de las dos juntas.

Perfil de Instagram de Terelu Campos

Una despedida que Terelu Campos seguro jamás olvida. Pues nada más abandonar el tanatorio, cuenta, se dirigió a uno de los últimos sitios a los que había estado con Mila Ximénez para hacer algo que a ella le gustaba mucho. La de Telecinco hizo acto de presencia en El Doble, un conocido bar de Madrid. Allí, ella sola, se pidió una copa de ron, su bebida favorita, y un gin-tonic en honor a su amiga Mila Ximénez. "Brindé por ella y bebimos juntas. ¡Podéis estar seguros que no por última vez!", afirma la colaboradora de Viva la vida. Un fallecimiento que asegura la ha dejado "agotada, física y psicológicamente". Tanto que cuenta los días para viajar a Málaga, su tierra, para "sentarme frente al mar y llorar a Mila".