Thais Villas puede decir orgullosa que ella y Wyoming son las dos únicas personas que ven los espectadores de El Intermedio desde el primer día que se empezó a emitir hasta hoy. Trece años en antena haciendo de reportera incisiva, mordaz, rápida, irónica, espontánea y deslenguada, que ha hablado con la plana mayor política de los últimos años y que se merecería tener una figura en el Congreso de los Diputados al lado de los leones de la entrada, ni que sea por las muchas veces que ha estado por allí charlando con los políticos y diputados que han ido desfilando.

La Sexta

La Sexta

La Sexta

Les ha ruborizado, les ha sacado información, les ha puesto el dedo en la llaga (al que más, Alfonso Guerra: "me dijo que si me pagaban por lo que hacía. Y le contesté: 'Sí y no me pagan mal'"), les ha preguntado cuántas horas dedican al sexo, si les han practicado un tacto rectal ("Me he encontrado con respuestas como: 'Pues yo no, pero yo tenía un amigo que se lo hicieron y se tragó el chicle'"), les ha hecho bailar o se ha besado con ellos. Pero si hay alguien con quien tiene un feeling especial, este es Jorge Moragas, el exdirector de gabinete de la presidencia del Gobierno bajo las órdenes de Mariano Rajoy desde el 2011 hasta el 2017. Cada encuentro entre los dos era una dosis de química que traspasaba la pantalla. Él se ponía en favor de obra, le iba el show, y ella lo agradecía:

En una entrevista para el diario El Mundo, le preguntan cuál es el político que más gana en las distancias cortas. Ella lo tiene claro: "Jorge Moragas"... "Teníais un rollito...", le recuerdan. Y ella, encantada: "Moragas se tiró a la piscina sin agua. Hasta los de prensa le decían: 'Pero, ¿qué haces?'. Había respuestas que me daba, que yo le miraba y pensaba que le iban a crujir. Él me seguía el rollo, hasta que yo creo que alguien le dijo que parase porque se le estaba yendo la mano". Y es que el cachondeo entre los dos llegó lejos: "Se convirtió en un sex symbol, cuando no le conocía nadie. Y, de repente, ibas por la redacción y todo el mundo me decía: '¡Qué guapo!'". Lo convirtió en un sex-symbol, cosa no muy bien vista por todo el mundo: "Su mujer no estaba tan contenta conmigo, la verdad. Lo sé de buena tinta".

GTRES

Que no se preocupe Paloma Tey, la mujer diseñadora con quien está casado el político catalán. Porque Villas también está muy feliz con la familia que ha formado desde hace unos años con Òscar Dalmau y sus hijos.

restaurante martin

Por cierto, la presentadora, aparte de quitar hierro al flirteo televisivo con Moragas, niega que ningún político "me ha tirado los tejos. La verdad es que no. Más de uno si que me ha querido invitar a comer, porque se lo pasan bien, al fin y al cabo. Pero no he ido a comer nunca con ninguno porque no tengo tiempo". Ir a comer, no. Pero intentar cargarse el programa, "supongo que unos cuantos".

La Sexta

Por suerte no lo han conseguido y podemos seguir disfrutándola cada noche.