La baronesa Thyssen, la catalana Carmen Cervera, ha abierto la caja de los truenos familiares. Otra vez. Su intervención en el programa 'Viajando con Chester' de Risto Mejide vuelve a ponerlos en la diana de la opinión pública: hablamos de una estirpe multimillonaria y rodeada de polémicas, especialmente la que tiene que ver con un hecho que nunca ha sido aclarado: quién es el padre, o si lo prefieren, el donante de esperma a partir del cual se engendraron las gemelas Sabina y Carmen, adolescentes nacidas gracias a la gestación subrogada. Los rumores por la semblanza de la pareja con Borja Thyssen, hijo del difunto barón y Tita, apuntarían en una dirección que parece escandalosa: que Borja sería hermano y padre, todo al mismo tiempo. Pero de confirmación oficial, ni hablar del peluquín. Es un tabú.
Tanto es así que Mediaset, grupo audiovisual responsable de esta teoría tan enrevesada, ha vuelto a jugar con la audiencia engañando a los espectadores de Risto Mejide. Cebaron la polémica con un fragmento del programa en el que el presentador le hacía la pregunta, sin tapujos. A la hora de la verdad, sin embargo, eliminaron este contenido. No quieren problemas con menores y con la propia Cervera, que tiene los millones como castigo divino... y una legión de abogados con el cuchillo entre los dientes. Los servicios jurídicos de Telecinco actuaron de manera "preventiva". Para troncharse de risa este concepto de prevención, cuando has utilizado la cuestión para acabar estafando al personal.
La relación entre Carmen Cervera y su nuera Blanca Cuesta, horrible
En todo caso, este no es el único mal rollete que preocupa a esta familia. Hay otra guerra latente entre Carmen, su hijo biológico Borja y la tercera en discordia: Blanca Cuesta. La mujer del heredero Thyssen y su suegra tienen una relación peor que la de Shakira con Montserrat Bernabeu, madre de Gerard Piqué. No se soportan, se detestan. Cosa que Cervera, a sus casi 80 años, no tiene problemas en manifestar de forma más o menos sutil. No la nombra, pero se le entiende todo: "Mi relación con Borja era una cosa que no me soltaba un minuto. Pero cuando cumplió los 19 años pues cambió de vida". La edad con la que conoció la Blanca, vaya, de la que siempre ha desconfiado creyendo que solo quería el patrimonio familiar. Un matrimonio que, por cierto, se enfrentará el próximo 14 de febrero a Hacienda y la justicia. Pero este es otro tema.
Borja Thyssen, entre la espada y la pared por la guerra entre su mujer y su madre
Pues bien, la agraviada Blanca Cuesta ha hablado a través de su entorno. Y se sube por las paredes. Informalia asegura que "le han sacado de sus casillas, es evidente que es un dardo directo hacia Blanca". El amor de la pareja ha resultado de titanio, por mucho que Cervera intentara comprar a Borja ofreciéndole una casa si rompía con ella cuando aún eran novios. Rechazó la oferta, rompiendo el corazón de su madre y agitando sus demonios."A mi hijo lo quiero con locura, lo he echado muchísimo de menos, hay muchísimas veces que me hubiese gustado que hubiese estado a mi lado, pero si la vida es así. ¿Qué puedes hacer?" Más sopapos: "He sufrido mucho. Las madres siempre somos madres y siempre esperamos que haya un cambio. Soy una persona que soy positiva. Quizá algún día cambie". El conflicto hizo que madre e hijo se distanciaran, pasaron años sin hablarse. Después hicieron las paces, pero a Blanca, ni agua. "Las personas que están a su lado tienen otra mentalidad. No son como era Borja ni como yo soy". Vaya traje.
El melón se ha abierto en canal. Preparen las palomitas.