Puñetazo de Tita Cervera para intentar recuperar la paz familiar. Una que ella misma se ha encargado de agitar, abriendo las puertas de su casa de Andorra al programa 'Espejo Público' de Susanna Griso en Antena 3. Las palabras de la baronesa sobre su testamento abrían la caja de Pandora, y fueron interpretadas de manera funesta para los intereses de Borja Thyssen: el hijo mayor de Carmen, sospechoso habitual de todas las polémicas, miserias y alborotos de este clan tan poderoso, quedaría fuera del control del legado y patrimonio de 1.000 millones de euros. Una de las hermanas gemelas y menor de edad lo avanzaba por la derecha. Con todo lo que eso supone: piensen en el misterio de la paternidad de las niñas, y como complica este serial. Es la teoría que se hizo pública en el plató de 'Espejo Público' a través de sus colaboradores estrella. Y se ha montado una buena. La guerra.
Consciente del malestar que ha provocado a Borja, protagonista de fugas ridículas por las calles de Madrid, Tita ha entrado esta mañana en el programa de Jaime Cantizano en TVE. Como un ciclón, por cierto. Y apunten el detalle: lo hacía en la competencia directa. No era un programa en otro horario, no. El mensaje es claro: vendetta. Furiosa, indignada y a machete contra el espacio de la Griso y contra Miquel Valls, empezaba un festival."Estoy ofendida con el programa de Antena 3, han tergiversado muchas cosas y no me ha gustado nada".
"¿Qué te parece que quieran destruir a una familia? Os pido que veáis el programa. Triste y amargada de cómo cambian las cosas", continuaba la coleccionista de arte. Quería poner las cosas en orden: "No he desheredado a mi hijo, ni mucho menos. Borja tiene mi legado artístico. Mis hijas y sus hijos están todos en el testamento con mucho cariño y mucho amor". Y por si quedaban dudas: "No solo sigue mis pasos sino que está en el patronato Thyssen, donde me hace grandes aportaciones al museo y a mí. Mi testamento no cambia cada año, eso es una invención. Todos mis herederos heredarán". La bombera pirómana llegaba a pronunciar alguna frase delirante: "No os metáis con la vida privada. A mi hijo lo adoro, como adoro a todos sus hijos y quiero mucho a Blanca, es su mujer, y llevan muchos años juntos".
El remate final, el más virulento, contra la nómina de colaboradoras de Susanna: ""Que nos dejen en paz. Son críticas envidiosas que dicen mentiras, mi hijo sigue mis pasos como coleccionista porque lo ha hecho desde pequeño. Quiero evitar las tonterías. Intentan separarnos a mi hijo y a mí". Cantizano, con palomitas, viendo el espectáculo pirotécnico contra su antigua casa. Ha mojado pan en la polémica, y gratis. La vida de Tita es una tómbola. Siempre toca.