Que el actor norteamericano Tom Cruise es un personaje cada vez más extraño, oscuro y tenebroso es una evidencia para cualquiera que haya seguido la carrera (vital y profesional) de la superestrella de Hollywood. Desde que se erigió en uno de los miembros más activos y representativos de la iglesia de la Cienciología, Cruise ha desarrollado actitudes cada vez más estrafalarias, especialmente si hablamos de sus relaciones familiares y de pareja. Y si no, que le pregunten a Katie Holmes, la actriz con la que contrajo matrimonio en 2006. 6 años de casados que fueron un infierno para Holmes (que le dejó telefónicamente), y para Suri, la hija que tienen en común, y a la que Cruise intentó captar para su dudosa orden religiosa.
¡Por fin! Katie Holmes y Jamie Foxx posan juntos por primera vez #MetGala2019 #MetGala https://t.co/1cgt58NbDx pic.twitter.com/hFF21tc8EE
— HOLA! USA (@USAHOLA) 7 de mayo de 2019
A pesar de divorciarse en 2012, el intérprete de Cocktail, Top Gun o Mission: Impossible siguió ejerciendo un control obsesivo sobre su ex, hasta el punto de obligarle a firmar un contrato draconiano, que incluía una cláusula que le prohibía hacer pública cualquier relación sentimental en un plazo de 5 años, con el fin de no "avergonzar" al actor. Ahora, 7 años después, Katie ya no se tiene que esconder y ha posado en público con su chico. ¡Y qué chico! Otra superestrella como Jamie Foxx, con quien mantiene una relación desde hace 6 años.
La primera aparición pública de la mediática pareja ha tenido lugar en la alfombra roja de la gala Met, en Nueva York, y ha acabado por confirmado lo que era un secreto para la mayoría de los mortales, pero no para la prensa americana. Aunque los fotógrafos ya les habían pillado juntos en diversas ocasiones, la pareja se había cuidado mucho de que nadie pudiera confirmar su romance, por miedo a las represalias de Cruise. Ahora, una vez pasada la obligada "cuarentena", Holmes y Foxx no temen a nada, e incluso se especula con campanas de boda.
Mientras tanto, Tom Cruise sigue soltero, y no es de extrañar, viendo las astracanadas a las que somete a las mujeres que pasan por su vida.