El coleccionismo es una afición que comparten personas alrededor del mundo. El nicho no importa, es irrelevante cuando nos fijamos en el núcleo de la cuestión: la pasión por hacerse con la mayor cantidad de una serie de cosas relacionadas. Esto va desde lo más frecuente hasta lo extremadamente raro. El coleccionismo, sin embargo, aunque es algo que puede gustarle a cualquiera, paradójicamente no está al alcance de cualquiera. Esto depende del nicho, pero generalmente adquirir este tipo de cosas requiere una inversión que varía según el producto o el objeto de interés, y en este caso hablaremos de coches.
Tom Cruise tiene una fortuna solo en su colección de coches
Coleccionistas los hay en todos lados, pero personas de la talla de Tom Cruise suelen llamar la atención. Más allá de su talento o trabajos previos, Cruise ha demostrado pasión por cosas entre las cuales destacan notablemente su colección de coches, los cuales valen una fortuna. En esta ocasión, la intención es indagar brevemente en algunos de los modelos que puede presumir el protagonista de 'Misión Imposible' en sus garajes. Una colección que fácilmente le permitiría retirarse y ganar dinero tan solo exhibiendo su lujosa y exclusiva colección, que además deja ver que el actor tiene un gusto bastante amplio en cuanto a coches.
En la colección de Cruise podemos encontrar verdaderas bestias del automovilismo de este siglo, así como clásicos de épocas pasadas que se mantienen muy presentes en las memorias, y el interés de los coleccionistas, pero por escoger uno podríamos destacar su Chevrolet Corvette C1 del año 1958, el deportivo descapotable que sentó las bases de lo que sería uno de los modelos más representativos en los Estados Unidos. Un clásico eterno que muchos ansían tener en su garaje.
Dando un salto de casi 50 años, podríamos cambiar de enfoque y mirar al Bugatti Veyron del año 2005, una verdadera maravilla de la ingeniería con un doble motor V8 y unos caballos de fuerza iniciales de 1.001 (pues algunos modelos posteriores llegaban a los 1.200), alcanzando velocidades de hasta 400 kilómetros por hora, y dejando atrás tanto en velocidad como en precio a muchos otros vehículos de lujo.
A Tom Cruise también le gustan los coches “Muscle”
Para gustos colores, pero parece que hablando de coches, Tom Cruise no le cierra las puertas de su garaje a ninguno, pues pasamos de vehículos deportivos a todo lo contrario, como el Chevrolet Chevelle SS del año 1970, un coche con una imagen muy diferente a la del resto de la colección del actor, que también tiene en su dominio vehículos como el Porsche 928 de 1983, o el Mercedes-Benz Clase S, entre otros que le aseguran a Tom Cruise el poder salir con un coche distinto cada día de la semana, y todavía le sobrarían coches.