Día 1 después de la victoria. De la coronación definitiva del rey del planeta fútbol. Messi es campeón del mundo, el mejor de la historia. La peor pesadilla de los detractores del delantero argentino con ADN Barça, que hay unos cuantos en el Estado español y en su prensa deportiva. Al acabar la final del mundial de Catar, las reacciones de esta parroquia eran un reflejo muy preciso de su categoría argumental. El patetismo y el ambiente de funeral lo dominaban todo. El capitán del equipo, Tomás Roncero, tardó un buen rato en dedicar unas palabras a Leo Messi. De mala gana, claro. Un papelón para intentar salvar la cara, aunque eso es misión imposible. Rezuma odio, resentimiento. Envidia. Mucha.

Roncero y sus adláteres están pasando este lunes como buenamente pueden, intentando evitar el único tema del que se habla en materia deportiva. Messi, Messi, Messi. Y como no tiene demasiada escapatoria, ha empezado a buscar teorías conspiranoicas que expliquen el fracaso de Francia. También su desatino, ejemplarizado con la famosa predicción de mejor jugador, máximo goleador, campeón, etcétera. Nostradamus puede estar tranquilo, Tomás no le robará el trabajo. Qué desastre, Roncero, no aciertas ni una. Ni de penalti, ni en fuera de juego, ni siquiera sin portero.

Las predicciones de Tomás Roncero sobre el mundial de Catar /Twitter

Tomás Roncero acusador y con mal perder: el gol de Messi fue ilegal

Tomás, famoso periodista del merengonísimo diario AS y colaborador de 'El Chiringuito', se ha pasado el día leyendo. En concreto el reglamento arbitral. Y ha encontrado lo que buscaba, oro puro. Argentina hizo trampas. Messi no es el campeón. El tercer gol del albiceleste fue ilegal, una vergüenza. Y no, no era por fuera de juego, cosa que muchos espectadores de la final pensaron que pitarían, pero que por una vez el VAR se encargó de desmontar. No, la razón es otra: acusa a los argentinos de una ilegalidad que el árbitro pasó por alto. Seguro que estaba comprado. Habla de una invasión del campo cuando Messi estaba a punto de empujar la pelota en la portería bleu. Las normas dicen que, en estos casos, hay que detener el partido, todo queda invalidado. La pasión le importa un rábano. Tampoco la literalidad de la norma: si el colegiado no lo vio, el gol es legal. Pero con Roncero ya se sabe: la suya es palabra de Dios.

Leo Messi, campeón del mundo / EFE

La red, contra el del diario AS por su lamento impotente y rabioso

El lamento del periodista que lo ve todo en blanco y blanco ha provocado un alud de reacciones en la red, como siempre. Y no, no queda demasiado bien. Solo como un rabioso por naturaleza. Quizás si se lo hubiera ahorrado no estaría sufriendo un nuevo escarnio. Pero ya lo conocemos, es incorregible. Seguirá chillando durante una temporada, tiene mal perder. La pregunta es: ¿si en vez de Argentina, los que hubieran entrado antes de tiempo en el terreno de juego fueran los suyos, alguien cree que estaríamos leyendo esta sandez? No hace falta que respondan. Sabemos la respuesta. De hecho, Francia hizo lo mismo en el último minuto de la prórroga. Fallaron el gol, eso sí. De esto, ni una palabra.

Tomás Roncero con el primer gol de Messi / AS.tv

Toca taparse y ponerse pomada. Tomás, no te hagas más daño.