Al actor Toni Cantó quizás alguien le ha hecho creer que lo que hace como diputado de C's en el Congreso es uno de sus papeles. No nos queda claro si el rol que juega como político es el de gracioso en una sitcom o en una peli de Paco Martínez Soria o de personaje siniestro en uno de aquellos thrillers de serie B del domingo por la tarde en el canal Mega o Energy.
Hace pocos días dijo que no actúa en los teatros de Catalunya por hablar en español. Una cartelera donde triunfa Lolita y donde dentro de poco veremos a otras estrellas españolas como Pepe Sacristán, Gabino Diego o Carmelo Gómez. No hace mucho, también metió la pata hasta el fondo al quejarse de que una campaña publicitaria en Valencia era catalanista. ¿Por qué? Porque salía la palabra "flamenco" tachada con una línea roja. El objetivo de la campaña puesta en marcha por el equipo de Risto Mejide era huir de los tópicos y que España sea conocida por mucho más que no el flamenco, los toros o la siesta.
Ahora el político del partido naranja ha vuelto a decirla de padre y muy señor mío, precisamente, hablando de la tierra de las naranjas, su Valencia que lo vio nacer y donde se habla, mucho antes de que él viniera al mundo a decir barbaridades, una lengua: el catalán, que en tierras valencianas se convierte en una variante dialectal, en el valenciano. Cantó está enfadado porque dice que en muchas escuelas del territorio no se estudia "ninguna hora en castellano". En su comparecencia con los medios todavía tuvo tiempo de volver a repasar (qué extraño) a cualquier cosa que provenga de Catalunya: "El valenciano y el catalán no son la misma lengua. Aquí se habla valenciano".
Sobre esta afirmación ha opinado una persona que es toda una eminencia en el mundo de la lengua, de su uso y de las infinitas posibilidades que dan las palabras: Màrius Serra. El escritor, periodista, traductor y enigmista, que habitualmente aparece en diferentes programas y en las redes sociales proponiendo juegos lingüísticos a los oyentes o lectores, es, sin duda, el maestro de los anagramas, aquellas palabras o frases que se generan cambiando el orden de las letras de otra palabra.
Esta vez las palabras de Toni Cantó hablando del valenciano y el catalán lo han sulfurado tanto que ni ha esperado a que sus seguidores trataran de averiguar el anagrama que proponía y él mismo lo ha escrito. Un mensaje rotundo y contundente sobre qué pasa si cambian de orden las letras del político de Ciudadanos que se ha convertido en un anticatalanista irado: "TONI CANTÓ es un hombre de letras, de nueve letras concretamente. Sólo hay que recombinarlas un poco para encontrar un anagrama que permite comprender sus palabras: NACÍ TONTO ":
Más claro no podía ser.