El concurso 'Mask Singer' es una de las revelaciones de la temporada. Antena 3 ha hecho una gran apuesta de entretenimiento, fresca y estimulante para el gran público. Ahora bien, tampoco está exento de pifias. Por ejemplo, la filtración del nombre de una famosa representante, Susanna Uribarri, que tiene en cartera a buena parte de los famosos que han ido desfilando por el escenario. Eso chafó la guitarra a Atresmedia, aunque el público continúa enganchado al show. Un espectáculo que tampoco ha sido escrupulosamente fiel a sus promesas iniciales. Especialmente, al anunciar que había "políticos importantes" bajo las máscaras. Hasta ahora, sólo habíamos visto un ejemplar: Màximo Huerta, el presentador y escritor valenciano que tiene el récord a la carrera política más corta de la historia, 7 días. No parece una gran trayectoria, la verdad. Tampoco la de otro valenciano que, a pesar de no haber sido descubierto en el escenario, sí que le han cazado en las redes sociales: Toni Cantó.
Cantó tiene más carrera en la política que Huerta, cierto, pero de las que dan pena. Exactamente la misma que como actor de cuarta, vaya. Ha ido saltando de partido en partido y de fracaso en fracaso, del UPyD de Rosa Díez a Ciudadanos del "difunto" Albert Rivera (pareja de Malú, investigadora en el programa), con una única coincidencia: chorrea bilis antiindepe y ultra por cada poro de su cuerpo. Si eso es ser un político importante, apaga y vámonos. El criterio del cásting queda tocado, así como la capacidad de mantener el secreto y jugar con los espectadores a través de las pistas. Los internautas confirmaron en tres minutos las sospechas con un fotomontaje del camaleón junto a Chiquito de la Calzada. Definitoria la cara del humorista, con gesto de "acabemos con esto". Tampoco era muy difícil. Bastaba con ir al Instagram de Cantó. Misterio resuelto, y decepción total.
#MaskSinger7 pic.twitter.com/S5J6ymKv7n
— Borja Terán (@borjateran) December 16, 2020
El único acierto del programa: llamarle camaleón a Cantó, por las veces que se ha cambiado de color de chaqueta. Eso sí, todas fachas. El formato pierde interés y estima: ya no lo miraremos con los mismos ojos.