Los octavos de final del Mundial de Qatar ya están en marcha. De momento, las principales favoritas están cumpliendo con los pronósticos y están ganando sus eliminatorias y ya están en los cuartos de final los Países Bajos, Argentina y la vigente campeona, Francia, después de eliminar respectivamente a los Estados Unidos, Australia y la Polonia de Robert Lewandowski, que no ha tenido opción contra un Mbappé superlativo. ¿Y España? La selección de Luis Enrique jugará el martes a las cuatro de la tarde contra Marruecos, en un partido donde a pesar de ser favoritos, no lo tendrán nada fácil.
Veremos qué pasa entre las dos selecciones de dos países que los últimos tiempos han vuelto a ocupar muchos titulares en clave política, especialmente por la tragedia de Melilla y con el ministro Marlaska en el foco. De momento, en la previa, un programa vomitivo y asqueroso, el esperpento que perpetra Toni Cantó, el exdirector de la Oficina del Español, en 7NN, Con Toni... Con Toni, y con muy poca vergüenza, podríamos añadir. Porque este infame show pretendidamente irónico del expolítico y actor no para de traspasar líneas rojas, saltándose cualquier mínima decencia que les pueda quedar. El presentador y su grupo de colaboradores o palmeros que provocan todavía más vergüenza ajena que él, que ya es decir, como el presentador catalán Albert Castillón.
Este fin de semana, antes del España-Marruecos del martes, hablaban en estos términos del partido: "Al final, hay que ver qué zona queman, qué zona de España van a arrasar, qué tienda van a saquear, como han hecho en media Europa", dice Castillón como si hubiera hecho una aportación brillante. Cantó se mea de risa encima de la mesa. No podía esperarse otra cosa de un programa que hace bandera del racismo, la LGTBIfobia y el menosprecio más vomitivo que se recuerda en televisión de los últimos tiempos. El jijijaja continúa con un ser con bigotito y una pajarita que dice que "hoy he leído que era muy divertido que decían que el que ganase el partido se iba a quedar con L'Hospitalet. Me ha parecido estupendo, claro. El que gane, se lo queda". Y Cantó, ríe que te ríe, se parte el pecho: "Qué bestia eres". Falta la guinda que la pone una tertuliana con voz de cazalla y camisa verde, color de la esperanza. Pero ninguna esperanza de encontrar vida en su cerebro. Dice: "Pues ahí yo no pienso ir con los marroquines, ¿eh?". Castillón apunta: "No se llaman así". Y ella sigue: "¿Cómo se llaman? ¿Moros?". Un homenaje a la imbecilidad y el racismo con tufo de rancio:
No hay que añadir nada más.