La leyenda dice que Toni Cantó tiene 7 vidas, pero el actor y expolítico valenciano está demostrando que la frase se queda corta. Muy corta. Después de meses desaparecido de la primera línea mediática, tenemos noticias sobre el enterrador de partidos como UPyD o Ciudadanos. Toni suma una nueva experiencia laboral a su currículum. Una reluciente, a priori, como fichar por Antena 3. Alguien va desnortado en Atresmedia, le deben un favor enorme o están hartos de recibir mensajes del personaje suplicando un hueco en la empresa. Sea como sea, ha conseguido el objetivo, meter la patita en televisión. Cosa que, no hay que decirlo, ha empezado a provocar temblores, gastroenteritis y quebraderos de cabeza entre los trabajadores de la casa. Porque cosa que toca Toni, cosa que desaparece. Les ha costado años recuperar el liderazgo televisivo y ahora lo ponen en peligro de muerte.
Desde que abandonara la política, o mejor dicho, la política lo abandonara a él, ha pasado por la Oficina del Español de Isabel Díaz Ayuso, el máster of trileros de Albert Rivera, la tele facha 7NN, un digital todavía más ultra con Hermann Tertsch como jefe del consejo editorial, e incluso ha puesto en marcha un cursillo de teatro en el Ateneo Mercantil de Valencia. Poca cosa para el ego gigantesco de Toni Cantó. Y sí, decimos ego porque la cuenta corriente la tiene llena. Los chiringuitonis de los que ha formado parte no eran precisamente sin ánimo de lucro, excepto este último paso por la docencia artística trabajando una vez a la semana. Necesitaba más, y Antena 3 lo ha colocado en 'Espejo Público' de Susanna Griso. La presentadora catalana, que no consigue hacer brillar su show a pesar de la ausencia de Ana Rosa Quintana, o el fichaje masivo de caras conocidas de Telecinco, tiene motivos para ver más cerca que nunca la defunción de su magazine. Tiembla. No diga Toni, diga gafe.
El estreno de Cantó ha llegado este 8 de enero, el método perfecto para cargarse la ilusión del año nuevo y los regalos de los Reyes de Oriente. Ha llegado diciendo cosas fachas e hipócritas: "Hay que reivindicar los gobiernos de derechas", "no me considero de derechas, para mí es necesario y es algo que debe hacer incluso la propia derecha que a veces es un poco torpe", "no significarte con la izquierda en mi profesión provoca que te cancelen en muchos lugares". En fin. Que sigue en su mundo. Todavía no se ha dado cuenta de que incluso sus supuestos correligionarios los cancelaron por oportunista, trepa y patético. Solo le queda VOX, que se está haciendo el remolón de manera muy paradigmática. Quizás con este nuevo envite tiene premio. Por cierto, que Samanta Villar ya le ha leído la cartilla, por mentiroso.
Las redes, como siempre, ha recibido la aparición de Cantó como el enésimo spin-off de la comedia más barata y cutre de la cartelera. Da pena. Y Griso se arrepentirá. Tiempo al tiempo.