Hace tiempo que desde En Blau les recomendamos que vayan echando un vistazo a los comentarios que hace Toni Clapés en la red. El buque insignia del Versió RAC1, que para alegría de sus fieles oyentes, ha vuelto recientemente a  la antena después de unas semanas de baja, noticia que emocionó a sus seguidores, si una cosa buena tiene (y tiene muchas) es que dice siempre lo que le sale del moño, no se calla cuándo alguna cosa a su alrededor chirría o cuándo ve alguna imagen que le hace decir "hasta aquí". Clapés, además, tiene la sana virtud de hacerlo no solo cuando tiene un micro en frente, sino también haciendo ir el dedo para tuitear en X cuando lo considera oportuno.

Marc Serra y Toni Clapés / RAC1

Y en este sentido, a menudo uno de sus temas de opinión son las cosas que pasan en Barcelona, la ciudad que conoce bien. Cuando alguna imagen sobre algún hecho puntual en la capital catalana le llama la atención, no lo duda ni un segundo y tuitea verdades como templos. Y ahora tenemos una nueva demostración con una noticia que ha leído en el 324 sobre los autobuses de Barcelona. Este medio de transporte no es la primera vez que ha hecho que el bueno de Toni se fije. Hace tiempo fue muy celebrado cuando comentó el caso de un conductor de buses que en medio de su recorrido, bajó del vehículo porque... tenía que tirar una primitiva, una quiniela o alguno de estos juegos en una administración de Lotería. Ahora, lo que le ha llamado la atención es una imagen y un dato: los buses urbanos de Barcelona, de los más lentos de Europa.

Tal como informa el servicio de noticias de la televisión pública catalana, TMB mueve cada día a 800.000 pasajeros en sus 103 líneas de autobús. Por término medio, estos buses circulan a una velocidad comercial de 12,91 km/h, según datos facilitados a TV3 por el operador, cifra que se obtiene de dividir el tiempo de viaje entre la distancia recorrida. Tenemos en cuenta que hay múltiples factores que determinan la velocidad comercial de un servicio de autobús urbano, como el recorrido, la franja horaria del día, el número de paradas de la línea; el tamaño de los vehículos y el número de pasajeros, ya que, cuantos más usuarios, más tiempo hace falta para que suban y bajen del bus, pero constatar la lentitud generalizada de los diferentes autobuses de Barcelona no es un dato que haya hecho saltar de alegría a los usuarios, todo lo contrario.

Autobús de Barcelona / ACN

Y si concretamos, el 324 también establece cuál de todas es la línea más lenta de la ciudad. Y este honor lo tienen los pasajeros de la línea V15: Barcelona-Avinguda Tibidabo, que conecta el paseo de Joan de Borbó con la avenida Tibidabo. Es un recorrido largo, de 12 kilómetros, y cuenta con 30 paradas. El V15 tiene muchos usuarios, un hecho que incrementa el tiempo parado en las paradas, y transcurre completamente por áreas muy densas. Pero todavía más importante, "los conductores habituales de esta línea aseguran que taxistas, furgonetas y autocares invaden a menudo el carril bus". Sea como sea, Toni Clapés ha hecho una comparación brillante. Siempre sarcástico y acertado, el de RAC1 ha dicho: "A más arterias cortadas, más lento el riego sanguíneo". El resto de la red ha sido menos diplomático: