Toni Clapés todavía no se ha reincorporado al programa más escuchado de las tardes en Catalunya, su imprescindible Versió RAC1. Todavía disfruta de unos días de vacaciones antes de empezar una nueva temporada, mientras lo sustituye Xavi Rocamora y el resto del equipo con plenas garantías.
Pero una cosa sí que podemos avanzar de cara a su retorno: Clapés no sólo vuelve con las pilas cargadas, sino que más bien, de tan cargado como va, parece una dinamo. Y no sólo nos referimos a las pilas. Otras cosas también las tiene llenas.
Porque el bueno de Toni Clapés llega en plena forma y a pesar del relax de estos días, como mínimo en redes está demostrando que no ha perdido nada de su habitual facilidad para indignarse con las cosas de su alrededor que no le gustan y de verbalizar con su sarcasmo habitual lo que le toca lo que no suena. Especialmente, aquello que ve en su entorno, como la ciudad donde vive y el lugar donde ha veraneado muchos años.
Este fin de semana se ha indignado de mala manera con unas imágenes grabadas por el reportero de TV3, Nicolás Valle, en el bloque de pisos donde vive, dejando prueba gráfica del comportamiento vergonzoso de un grupo de turistas "low cost, turismo lumpen," que han asolado el espacio, han increpado a los vecinos, han hecho fiestas hasta las seis de la mañana, han roto los cristales de la portería y se han meado en las plantas. Todo muy cívico.
Alcaldessa Colau, eso si hace llorar. La desesperación y abandono de los que pagamos los impuestos en Barcelona. Salid de la burbuja. https://t.co/jOIA8DTjqR
— antoni durmiera|manchara casales (@toniclapes) Augusto 21, 2021
Al verlo, Clapés le dedicó un sopapo con la mano abierta a la alcaldesa de Barcelona, una Ada Colau a quien le dijo, con toda la intención del mundo, que "eso sí hace llorar. La desesperación y abandono de los que pagamos los impuestos en Barcelona. Salid de la burbuja". Por no hablar del show que ha habido cada noche con las fiestas de Gracia.
Clapés, sin embargo, también tiene un ojo puesto en lo que ha pasado este verano en Calella de Palafrugell. Y allí no sólo han sido los turistas los que han dejado la preciosa localidad de la Costa Brava como si fuera un campo de batalla. También ha habido muchos jóvenes de la zona y alrededores que día sí, día también, o mejor dicho, noche sí, noche también, han hecho fiestas multitudinarias en las calites o en barcos. Sin ir más lejos, hace unos días se detectó una fiesta con una veintena de embarcaciones, una moto de agua y esquiadores náuticos con música a todo volumen en la playa del Golfet, una de las más emblemáticas de la zona.
Clapés se ha vuelto a hacer eco de otro vídeo que ha compartido en la red social, donde se ve el resultado de otra noche de pasarse los consejos por el forro. Y ha comprobado cómo aparte del riesgo de coincidir tanta gente en el mismo sitio, sin medidas de seguridad ni nada, el post, al día siguiente, es dantesco: y no sólo en playas.
Una imagen penosa de cómo han dejado un campo después de una "botellada" después de una noche de fiesta. Esto es lo que se encuentran los vecinos cuando madrugan y quieren ir a dar una vuelta a primera hora. El periodista comenta las imágenes con su habitual ironía: "Los jóvenes y no tan jóvenes tienen que divertirse...lo han pasado muy mal con la pandemia":
Los jóvenes y no tanto jóvenes tienen que divertirse...lo han pasado muy mal con la pandemia. https://t.co/HtsgwPQqCP
— antoni durmiera|manchara casales (@toniclapes) Augusto 22, 2021
Clapés añade que "Este verano hay una "falsa euforia" de los que van en barcas y montan fiestas en las calas de la Costa Brava que es para hacer un estudio psiquiátrico"... Nos da la sensación de que nunca como este año Clapés había tenido tantas ganas de que se acabe el verano de una puñetera vez.