Cuando juntas a una de las mejores entrevistadoras de este país, en uno de los mejores programas de este país, con uno de sus colegas de profesión más queridos, respetados y con tendencia a desembuchar, solo pueden salir cosas buenas. Y eso es lo que ha pasado esta mañana del lunes en el excelente Cafè d'idees de La 2 presentado por la gran Gemma Nierga, que contaba en la mesa, como a menudo, con el no menos grande Toni Clapés. El locutor de RAC1, director y alma de su incombustible Versió RAC1 desde hace muchos años, es uno de aquellos invitados que nunca defraudan. Y es que Toni tiene la sana virtud (y las narices) de decir siempre lo que le sale de las narices, de alzar la voz, de quejarse y decir nombres propios cuando alguna cosa chirría y de hablar claro y catalán.

Toni Clapés TV3
Toni Clapés TV3

Todavía recordamos las denuncias públicas que ha hecho delante del micrófono de su programa sobre qué hizo una vez un conductor de autobús de Barcelona, qué pasó con una imagen dantesca de un montón de basura derramada por la calle, intimidades de él en la ducha con su mujer, según qué decisiones polémicas que se han tomado en algunos despachos de TV3 o con qué colega de profesión no volvería nunca en la vida a trabajar. Toni, si una cosa no tiene, son pelos en la lengua. Y cuando se tiene que quejar, lo hace con la boca bien grande. Y esta mañana en el Cafè d'idees ha vuelto a dar una nueva muestra.

Toni Clapés con Gemma Nierga TVE
Toni Clapés con Gemma Nierga TVE

Clapés sabe que tiene fama de pitufo gruñón. Sabe que tiene el sanbenito en su cabeza de persona huraña que si te tiene que pegar un moco, te lo pega. Pero es que siempre tiene razón con sus quejas. Y ahora, ¿de qué ha desembuchado? De un tema que seguro que muchos espectadores han sentido empatía por él y se han puesto en su piel: los vecinos... ¿Quién no ha tenido tentaciones de mandarlos a hacer puñetas alguna vez u otra? ¿Quién no ha tenido pollos con algún vecino tocanarices, alguna vieja del visillo, alguno de aquellos que tiene mucho tiempo libre y poco trabajo que siempre están metiendo la nariz donde no le llaman? En esta ocasión, sin embargo, la cosa va de convivencia, o en este caso, de mala convivencia. Gente que no tiene respeto por sus vecinos, que hace lo que le sale del moño sin pensar si molesta o no molesta al resto. Y a Toni le ha tocado sufrir alguna vez a alguno de estos vecinos.

Toni Clapés TV3
Toni Clapés TV3

Como resumen de su intervención, reproducimos la frase que él mismo ha dicho: "Yo he reventado el buzón del Ayuntamiento", de tantas denuncias y quejas como ha puesto. Hablando sobre el ruido que hacen algunos vecinos, que se piensan que viven solos, podríamos decir que hay ruidos de todo tipo, muebles, gemidos, volumen de la televisión, discusiones... ¿Qué le hizo perder la paciencia a Toni? Le dicen: "Un vecino pianista no te molestaría, ¿verdad?". Y él niega la mayor: "También lo tuve. Lamentablemente. Debajo, un vecino sueco, que tendría que dar ejemplo... Yo creo que le echaron fuera de Suecia y nos lo metieron debajo de mi casa... Un imbécil al cubo, con enfrentamientos. Es la vez que he estado a punto de...", no hace falta que acabe la frase que se le ha entendido todo. Un Toni que "y tanto" que "he denunciado a alguien por contaminación acústica. He hecho venir al Ayuntamiento por tema de ocupación ilegal de pisos turísticos, por ruidos...".

Un Clapés y una Nierga, por cierto, que tiempo atrás, curiosamente, fueron vecinos, época en la cual compartieron el mismo pánico, tal como reconocieron otro día que también fue al programa. Después de ver la película 'El coloso en llamas', los dos, que fueron vecinos en un rascacielos en Barcelona, dijeron: "Este señor y yo vivíamos en el mismo edificio, un rascacielos de Barcelona. Yo vivía en el piso 21, puerta 3 y tú Toni en el piso 20, puerta 3, uno sobre el otro. Y en el cine Urgell hacían 'El coloso en llamas'. Yo llegué a casa aterrada. Nunca habíamos podido compartir este terror de vivir en un rascacielos. Había una frase de Steve McQueen, jefe de los bomberos: 'Arquitectos... Saben que no hay seguridad de apagar un fuego por encima del séptimo piso, y aún así, siguen haciéndolos lo más altos posibles...'"... Probablemente, Toni le tiene ahora más pánico a un pianista sueco que a vivir encima de un rascacielos.