De un tiempo a esta parte, nos hemos habituado a un panorama específico, especialmente en las ciudades, donde aparte de gente en coche y peatones, proliferan otros perfiles de personas que van arriba y abajo con métodos no tan convencionales. De ciclistas, por ejemplo, las calles van llenas. Sin entrar en polémicas sobre si se pasan los semáforos por el forro o no, cuando van por la calzada, sobre si van haciendo un Gran Premio urbano cuando circulan por las aceras, sobre si cuando sales de casa, tienes que sacar primero la cabeza y mirar a ambos lados, lo que es irrebatible es que una nueva especie llena desde hace tiempo las calles.
No son los únicos. Gente en monopatín, personas en aquella aberración que se conoce por segway o, y especialmente, la fiebre de los patinetes eléctricos. Avalanchas de personas utilizando este método para desplazarse. Todo ok. Bueno, todo, todo, no. Quién más quién menos, alguna vez ha visto alguna imagen aterradora a punto de acabar en tragedia, pero que por los pelos no va a más. Como le ha pasado a Toni Clapés.
Hace un tiempo, y para evitar males mayores, Dirección General de Tráfico tomó una batería de medidas para intentar civilizar su existencia. Parece de sentido común, pero desde hace unos meses, no pueden ir por aceras, zonas de peatones, túneles, carreteras interurbanas o autopistas. La noticia fue muy bien recibida por aquellos que todavía utilizan las piernas para desplazarse por la ciudad, una minoría silenciosa que celebró que el sentido común saque la cabeza en medio de la jungla del asfalto.
Dos comunicadores top de nuestro país coincidían en el acierto de la normativa, con mensajes inequívocos: Antonio Baños, con un explícito "¿QUEDA CLARO?" y Toni Clapés con otra expresión donde no dejaba rastro de duda: "¡Por fin"!. Un ¡por fin! que llegó después de sufrir durante mucho tiempo a algunos usuarios de este aparato que parecen ir por la vida y por las ciudades como si la cosa no fuera con ellos con respecto a respetar las normas de seguridad. Y si a la ecuación le sumamos cómo van algunos conductores de autobus, la cosa se desmadra.
No sabemos si el locutor de RAC1 viaja habitualmente en este medio de transporte. Pero seguro que los lectores que sí lo hacen habrán sufrido alguna vez haber subido en un bus que parece conducido por Lewis Hamilton, tipos que van al volante que se las pelan, y que si no vas esposado a la barra, puedes ir a parar del culo del vehículo hasta la ventana de delante en cero coma.
Y ahora, en el centro de Barcelona, han coincidido uno de estos Fittipaldi, como decían antes, con un usuario de patinete eléctrico que se pasa las señales de tráfico por el forro. Los dos, como si fueran solos. Los dos, a una velocidad, como mínimo, imprudente, por decirlo suavemente. Ha pasado en el cruce entre el Paseo de Gracia y la Gran Vía de las Corts, en Barcelona, justo donde ahora preside Leo Messi con una pancarta gigante, por una campaña publicitaria de Hard Rock Café.
Allí, una imagen ha puesto los pelos de punta a Toni Clapés y a muchos usuarios de Twitter. El periodista de RAC1 ha retuiteado un vídeo donde la desgracia ha sobrevolado la escena, con un joven en patinete eléctrico que se salta un semáforo en rojo y que evita en último instante un choque que parecía inevitable con un bus. Como dice la persona que ha colgado el vídeo, "Este ha vuelto a nacer":
Definitivamente la gente no es consciente de lo que lleva|trae a las manos cuando se conduce aunque sólo sea un patinete eléctrico. Este ha vuelto a nacer. pic.twitter.com/HU9j7mJT0A
— Anti-radar Catalunya (@antiradarcatala) Augusto 30, 2021
Imagen que ha impresionado, y de qué manera, a la red:
...Pocas cosas nos pasan.