Mira que es fácil amargarse la vida con tonterías. O mejor dicho, intentar amargársela a los demás. Basta con discutir, si es que lo que le ha pasado al presentador de RAC1 Toni Clapés se puede llamar así. Más bien podríamos decir faltarle el respeto, insultar, despreciar. Sí, es exactamente eso. Todo por el postre típico del día de Reyes, el roscón. Que si de mazapán, que si con nata o crema, que si esto o aquello otro. Está muy bien debatir si a unos le gusta más con cabello de ángel, trufa o mojado en chocolate caliente. Que si la haba es grande o pequeña, que si las figuritas tienen que ser de una forma o de otra. Todas las opiniones son respetables y todas las variantes admitidas. Lo que no tiene un pase es que te llamen inútil por expresar cuál es tu gusto en esta materia tan irrelevante pero tan molesta al mismo tiempo.
Todo empezó horas antes de la Noche de Reyes. Toni, siempre activo en las redes sociales, participó de una de estas conversaciones sobre las preferencias en torno al roscón. Un escenario que muy pronto se transformó en un campo de batalla sobre cuál es el bueno, y sobre todo, cuál es el auténtico, el de toda la vida. Evidentemente, la cosa tenía que acabar mal, porque si uno es el correcto y el que te hace catalán de verdad, los otros serán quemado a la hoguera por los opinadores más exaltados. Una tipología que es legión en Twitter, donde parece que si no zurras no eres nadie. Y si en la diana pones a alguien famoso, pues ya has hecho el día. Exactamente lo que hizo un usuario contra el comunicador, empezando una de las réplicas con un "no tienes ni puta idea" que le tocó eso que no suena.
¡No tienes ni puta idea....el roscón de nata es un invento de los que no sabéis comer roscón (sueldo los q os metéis el Suchard como turrón!!). ¡El roscón de toda la vida de mazapán...Y si me apuras...de cabello de Ángel ( como la ensaimada...que siempre de sobrasada!!)
— Sue (@LadySueCat) January 6, 2022
Los roscones son muy buenos, pero pueden provocar la tercera guerra mundial / ACN
Sí, de acuerdo, la cosa ya venía calientita. El intercambio de mensajes entre todos aquellos que habían opinado al respecto había traspasado las líneas de la educación más básica. Clapés ya ha vivido estas situaciones anteriormente, sabe cómo es el juego y el fango. Pero leer una apertura como esta provocó que sacara fuego y con mucha razón. Le habían jorobado la tarde del Día de Reyes (por suerte no leyó la afrenta hasta pasada la comida), y no se mordió la lengua. Toni de mala leche es un maestro repartiendo zascas. Y el que le espetó en esta ocasión lo tiene todo. Incluso una revolución culinaria que los panaderos y pasteleros podrían apuntar y poner en práctica: "Porque lo digas tú. Tú eres de aquellos que reparte carnés de buen catalán. Los talibanes en Afganistán. El roscón me lo como como me da la gana, como si le quiero poner secallona!!!!".
Perque lo digas tú. Tú eres de aquellos que reparte carnés de buen catalán. Los talibanes en Afganistán. El roscón me lo como como me da la gana, como si le quiero poner secallona!!!! https://t.co/sVEOey6m1k
— antoni durmiera|manchara casales (@toniclapes) January 6, 2022
Toni Clapés está harto / TV3
Los internautas que seguían la disputa (más bien la reacción a una provocación) asistieron al desmenuzamiento del tuitero en cuestión. Sí, sólo quedaron migas, como en la caja del roscón que te zampas con tu familia. Hay quien aplaude a Clapés, y otros que le recomiendan que no entre en este tipo de situaciones, porque es darle de comer a los 'haters' o a aquellos que sólo buscan bronca. Pero la vida es como es, y más importante: Toni hace tiempo que dijo 'hasta aquí' con determinadas historias. Y el roscón, el puñetero y sabrosísimo roscón, ha sido excusa, arma y víctima. Todo a la vez.
Reacciones a la disputa por el roscón de Reyes / Twitter
Hay cosas importantes para debatir en la vida, y en las que se puede verter mucha pasión. Pero la burrada de sí el roscón es como el que dictan mis santas narices (vale también para la cosa castellana de la tortilla de patatas con o sin cebolla) no es ni será nunca una de ellas. Punto final.