Este 1 de mayo ha sido un festivo singular que ha caído en domingo. Había celebraciones 'a punta pala': el día del Trabajo, el día de la Madre y, en algunas localidades del Maresme, una festividad local como el Día de la Cruz. Es el caso de Canet de Mar, donde sus vecinos y vecinas han salido a la calle como manda la tradición. Bien, no sólo a las calles: también a los bosques que rodean al pueblo. Un paraje donde se ubica, precisamente, la Cruz de Pedracastell. Un lugar que es destino de peregrinaje popular, una visita casi obligada si quieres y vives esta localidad. Por ejemplo, como hace el presentador de los TN Vespre de TV3, Toni Cruanyes, canetenc de pro a pesar de vivir en el Eixample barcelonés de forma habitual. La tierra es algo que no se olvida.
Toni tiene una relación muy estrecha con Canet de Mar, y no sólo por haber nacido allí o por tener raíces familiares profundas. La localidad es también protagonista de su último gran éxito profesional, en este caso fuera del ámbito estrictamente televisivo: hablamos de su último y premiado libro, 'La Vall de la Llum', gran triunfador de la pasada Diada de Sant Jordi. Un título que gira en torno a su pueblo, a su gente y a su sangre. Una historia de amor que continúa ahora con los hijos del comunicador junto a su marido, Eugeni Villalbí: Elies y Joana.
Cruanyes y familia han aprovechado el fin de semana y se han escapado a Canet para disfrutar de la fiesta y del calor| de su gente. No ha faltado la visita a la Cruz, claro está, especialmente por el empuje del pequeño Elies, que quería subir hasta allí sí o sí. Cayera quien cayera. Tanto es así que insistió de todas las maneras posibles. La principal, la física: estirar del brazo de su padre y completar el recorrido. Bueno, con un pequeña parada para reponer fuerzas y zamparse unas patatas fritas. Evitando la 'pájara', vaya.
El caso es que para llegar hasta la famosa cruz Toni tuvo que hacer un sacrificio. Y no era físico, no. Tuvo que privarse de comparti un corro bailando sardanas. El de TV3 compartía el vídeo del baile popular, y confesaba a un seguidor que "se me iban los pies". Elies nos dejó sin el documento gráfico, lástima.
El próximo año tendremos una nueva oportunidad. Hay que mantener las tradiciones, todas ellas.