El calendario es caprichoso y nos ha puesto un fin de semana justo antes de celebrar Sant Joan y la llegada del verano. Una gran noticia para disfrutar de una de las noches más mágicas del año: la juerga puede alargarse muchas horas y dar muchas alegrías. Algunos se han puesto manos a la obra sin perder demasiado tiempo, como es el caso de Toni Cruanyes. El famosísimo presentador del informativo más visto de TV3 ha avanzado oficialmente la verbena al viernes 21 de junio. Es una manera de interpretarlo; también podríamos hablar de duplicar la celebración, porque el 23 caerá otra. Seguro.
El plan del periodista del Maresme apetece bastante. Primero una parrillada carnívora, como él mismo la ha descrito en Instagram, con piezas contundentes de vacuno listas para ser devoradas por el protagonista y su cuadrilla. Hemos hecho de investigadores privados, y gracias a las publicaciones de su pareja, Eugeni Villalbí, hemos descubierto que la cita era en la ciudad de Barcelona, en una terraza, al caer la noche. De fondo, el hotel Arts y la Torre Mapfre. Parece ser la Ciutat Vella de la capital, pero también podríamos encontrarnos en Sant Martí o el Poblenou. Pedimos disculpas por la falta de concreción, pero el detalle no cambia la cosa. Tampoco el ambiente festivo del encuentro, ni su desarrollo. Absolutamente nada, no se preocupen.
Después de llenar la panza con el festín de proteínas, llegaba la hora del brindis. Quizás ya llovía sobre mojado, porque no imaginamos que durante la comida tomaran zumo de manzana o té chía. El caso es que la hidratación acabó pasando factura al organismo, sin llegar a límites indeseables, claro. Todo en el mejor sentido. Cruanyes no puede ser más sincero, un buen ejemplo de objetividad: "Preverbena un poco piripi". De fondo, un montón de copas vacías, pero que previamente habían estado llenas a tope. "Xispa!", añade el comunicador, remachando el clavo del estado anímico. Un detalle: en el Instagram de su pareja y padre de sus hijos, Eugeni, ya veíamos por dónde iba la cosa: cayeron algunos vermutillos. Cuando menos, estaban flotando en el ambiente.
No es Sant Joan sin cava, música y fiesta, como tampoco lo hay sin coca. Un buen trozo, el primero, para celebrar la preverbena y remojar un poco las copas. Incluso encontramos pólvora y fuegos artificiales, ni que sean virtuales. Toni quizás lanzó petardos durante la noche, pero el único rastro que encontramos son unos dibujitos de bengalas llameantes en redes sociales. Imaginamos que hoy, sábado, descansarán para el gran día con los chiquillos. Sant Joan se tiene que vivir intensamente. No es cualquier fiesta, ni mucho menos. Buena verbena (por adelantado).
