Se trata de la polémica mediática de los últimos días a la red. El actor Toni Albà se pasa tres pueblos con Inés Arrimadas y le atiza que en Amsterdam sus derechos laborales serían respetados (el Barrio Rojo de la capital holandesa es famoso por la situación legal de la prostitución), como queriendo decir... El humorista, que trabaja en el Polònia, ha sido "congelado" del programa, y ahora la polémica continúa, entre partidarios y detractores de Toni Albà que se lanzan los platos por la cabeza discutiendo si el actor debe continuar o no en TV3.
Toni Soler, el director del Polònia, ha hablado largo y tendido en una entrevista al digital Cuarto Poder, en la que se moja también sobre la situación política. "Inés Arrimadas me parece un personaje nocivo para la convivencia en Catalunya", empieza. Pero aun así, deplora el ataque de Toni Albà a la presidenta de Ciutadans, por reiterativo y porque está fuera de lugar: "El insulto machista no aporta nada. Fue un error y no era la primera vez. Lo hizo público un día que Arrimadas se estaba cubriendo de gloria sola. Este tuit le dio un salvavidas en el que agarrarse. Me hizo enfadar mucho".
Sobre el procés, indignación dirigida a aquellos que dicen respetar la pluralidad de opiniones pero que querrían a los indepes en un rincón, de cara a la pared, calladitos y sin molestar: "Las cosas han ido bien mientras los independentistas éramos minoría o callábamos. Cuando hemos sido mayoría en el Parlament, llega la fractura y acaba la paz, qué casualidad". Pero el independentismo ocupa ahora la centralidad del debate político en Catalunya y es impensable plantear que millones de personas renuncien a la posibilidad de sacar adelante su proyecto político: Me parece un chantaje emocional que digan que puede ser indepe pero que las cosas no puede ser de la manera que yo quiero. No es democrático".
El mundo del audiovisual y la política van de la mano más a menudo de lo que muchos querrían. De TV3, Toni Soler opina que sería conveniente "un segundo canal bilingüe, pero es complicado". Y sobre el papel de los famosos televisivos en el momento político actual, sentimientos enfrentados. El presentador asegura que en España hay "miedo" a posicionarse, pero llega un punto que el silencio de algunos considerados intelectuales es un escándalo: "El procés es tabú en España. Lo vimos en los Goya. Hay nueve personas en la cárcel y se la suda a todo el mundo. Me parece flipante. Supongo que si dices alguna cosa sobre los presos políticos catalanes, te juegas tu futuro profesional".
Para acabar, dardo contra la Generalitat: "El gobierno de Torra es muy deprimente. Echo de menos nivel político. Es explicable porque la primera línea ha caído y la segunda no estaba preparada para asumir responsabilidades. El independentismo se ha dedicado, los últimos dos años, a gesticular. Me parece un error".
Un error que se tendría que enmendar. Y rápido. Toni Soler pide reanudar la acción para tomar la delantera. En España ya sabemos lo que hay; y el presentador alerta: "La catalanofobia ha existido siempre. A los catalanes nos han dado el papel que se les ha otorgado a los judíos en otras partes de Europa, por suerte, con efectos diferentes".