Si viven en Barcelona, utilizan el transporte público o son sencillos peatones quizás les ha pasado. Lo han visto de cerca. Podría haber pasado desapercibido, porque estamos sobreestimulados, pero lo que tenían frente a sus ojos era especial. Hablamos de un anuncio insertado en las líneas de buses de la capital catalana. El anunciante, una marca muy famosa. ¿De qué? De comida rápida. Pollo frito, de ese de los cubos que salen en las pelis americanas. Kentucky Fried Chicken. El paladar humano es diverso y tiene su público, la empresa tiene establecimientos en medio planeta. Julio Iglesias lo comía en su jet junto a una tortilla de patatas mientras y una botella de Château Lafite Rothschild de miles de euros Si son clientes o simpatizantes, nuestro respeto y disculpa previa . No queremos herir sensibilidades, como sí acaba de hacer la propia cadena con los catalanohablantes. A los de Barcelona y a los que no lo son.
Parece ser que eso de comida basura lo hacen extensible a sus campañas de marketing dirigida a la tierra que los acoge, en este caso la catalana. Un país, una lengua y una cultura que se puede sentir bastante ofendidas al leer las gracietas con las que intentan pescar nuevos clientes de muslos rebozados y patatas ultracongeladas. Como están tan de moda los juegos de palabras y cosas por el estilo, los genios de KFC (y aquellos a quién han pagado por la idea) se lo han hecho encima y han batido un récord. ¿De qué? Se podría pensar que de ortografía catalana, es lo más llamativo si no le dedicas dos segundos de tu estupefacción. Pasado este tiempo te das cuenta de que ni el Google Translator hace burradas como estas. Y cuando despiertas aturdido de la pesadilla, sabes que la cosa va mucho más allá. Peste a...
"Estic ric". El anuncio de KFC en los buses de Barcelona que hace llorar sangre
A catalanofobia, sí. A desprecio, a me importa todo un rábano. A es un idioma de paletos. Es el típico chiste de aquel que no respeta una lengua. Va, el texto de la ventana del bus capturada por una usuaria de las redes sociales: "No és un pa tumaca però també estic ric. Per 3'99, Menú Ahorro". Les dejamos unos segundos para pensárselo y seguimos. Porque es fuerte, algo violento, como si alguien se te hace pipí en la pierna mientras, por ejemplo, esperas el H12 o el 159 en la parada. Es una sensación similar, no cuadra ser tan bestia y haber pasado por diferentes filtros, desde la sala de reuniones de los creativos, pasando por las negociaciones con el cliente, la impresión y colocación en los ventanales... todo el puñetero proceso, sí. Pa tumaca. Estic ric. Ahorro. Venga. Ojos que lloran sangre, y mala leche.
Toni Soler fulmina la empresa con una palabra clave
Enfurecerse es una de las principales reacciones que encontramos en las redes sociales, como es el caso de Toni Soler. Darles una colleja verbal, también. Acostumbrado a decir las cosas tal como le salen, en este caso lo hace con más razón si cabe. El presentador del 'Està Passant, que esta pasada semana también celebraba 17 temporadas de 'Polònia' en TV3 con un dato sensacional de share, los fulmina: "¿Cómo puede ser que una gran empresa esté dirigida por ANALFABETOS????" Toni sabe qué es el humor, y esto no lo es. Sus seguidores le dan la razón e incluso van más allá.
No parece buena idea que los anuncios de un restaurante provoquen repulsión y asco. Ni que seas un genio del marketing, como apuntan algunos. Como estrategia empresarial y alimentaria, un cero. Igual que su gracia.