'Està Passant' es el programa líder de las noches en Catalunya. Una proeza a la que quizás no se le da la importancia debida, viendo qué hace la competencia española: concretamente el concurso 'Pasapalabra', intratable en todo el Estado. Aquí los papeles se cambian: primero va el espacio satírico de Toni Soler y compañía (17'2% ayer) y después, de cerca pero por detrás, el concurso de Roberto Leal en Antena 3 (17%). Ya son 4 temporadas reuniendo a un montón de teleespectadores que se parten de risa con las ocurrencias de sus guionistas y ejecutores. Eso se traduce en miles de gags, de chistes y de improvisaciones de todo tipo. Históricos, polémicos, alocados y sublimes. Ahora bien, pocos como el que vimos en el último capítulo. De hecho estuvo a punto de dejar fuera de combate a Soler. Y no es fácil.
Toni repitió la escena que protagonizó hace un tiempo otro presentador de TV3, aunque en un registro muy diferente. Hablamos de Xavier Graset, conductor del 'Més 324'. Un programa de análisis de actualidad más tradicional, reflexivo, pausado, en el que hay cabida para entrevistas a autores literarios. Precisamente durante una de estas charlas con la escritora Montse Barderi sufrió un ataque de risa colosal, incapaz de recuperar la normalidad. El vídeo se hizo viral, por descontado, por la espontaneidad del momento. Lo recordamos aquí.
El de Soler, como decíamos, tiene otras características pero también es sorprendente: debería estar curado de espanto (y lo está), por eso es extraordinario que alguien lo ponga al límite cómo hizo la actriz y humorista Judit Martín, una fija de RAC1 con Toni Clapés y también colaboradora habitual de los programas de Minoría Absoluta, disfrazada de forma magistral de la Gioconda. El cuadro más famoso del mundo, obra de Leonardo Da Vinci hace 5 siglos, inmensamente popular por el magnetismo de su sonrisa misteriosa y que millones de personas admiran en el museo del Louvre en París. El programa quiso responder la gran pregunta en torno a la pintura: de qué se reía la modelo Lisa Gherardini, mujer de Francesco del Giocondo. Intentaron resolver el enigma pero sin demasiado éxito. De hecho, la conclusión es que la pobre señora no es feliz, sino alguien muy triste. 500 años manteniendo la sonrisa forzada por "20 monedi de oro" no sale a cuenta.
Hay otra particularidad de su trabajo que preocupa a la Mona Lisa. Y son las fotos de todos aquellos que la van a ver en la pinacoteca. Centenares, miles de millones de clics a lo largo de su existencia. De acuerdo. Ahora bien, hay una línea roja que, si la traspasan, la hace enloquecer y saltar del lienzo a la yugular del que tenga enfrente: los flashes. Furia, ira, ganas de asesinar... los peores demonios, vaya. La dulce figura se transforma en una quilla de parking de discoteca makinera, digna de un programa de aquellos de controles de drogas y alcohol con gente muy pasada de vueltas. La imitación fue tan genial como repentina y radical, y pilló a Toni Soler con la guardia baja. Se tronchó durante más de medio minuto, con muchas dificultades para continuar. Vale la pena.
Dos obras de arte se dieron la mano en TV3. Y obtuvieron una respuesta proporcional a su genialidad. Bravo.