Después del asqueroso autobús de Hazte Oir contra los transexuales, por las calles de Madrid se ha visto últimamente otro vehículo polémico con un contenido igualmente vergonzoso. Han cambiado el naranja por los colores de la bandera rojigualda, aunque en el fondo, quién hay detrás también tiene el naranja como color corporativo. Han cambiado la frase "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen" por "Stop Sánchez. ¡Elecciones ya! Indultos no". Y han cambiado los 'conductores' del bus: ahora ya no se trata del grupo ultracatólico y sí de la plataforma España Ciudadana, vinculada a Cs.
El día antes que Ana Pastor expulsara a Gabriel Rufián del Congreso después del encontronazo con Josep Borrell, el hemiciclo veía como delante de los leones de la entrada principal se acogía al anuncio de una manifestación convocada para pedir al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que no indulte a los presos políticos. Una foto de Oriol Junqueras sonriente y de Carles Puigdemont en el exilio, al lado del mencionado mensaje instando a que no se conceda ningún indulto ni a él ni al resto de presos políticos.
Desde el autocar se reparte un papel que pretende dar seis motivos para participar en la manifestación unionista del sábado: "Si defenses un país de ciutadans lliures i iguals", "Si sents com a teva la bandera d'Espanya al balcó" o "Si vols eleccions i no un president que depengui de Puigdemont i Otegi", son algunos de los argumentos de España Ciudadana. La capciosa elección de la imagen de un Junqueras haciendo una enorme carcajada, como si cada día suyo fuera una fiesta, cuando lleva más de un año privado de libertad, traspasa cualquier línea roja del cinismo que se le presupone al partido naranja en todo aquello que tenga que ver con los encarcelados y con la cuestión catalana. Amparados en las calles de la capital de España, Cs pasea alegremente un autobús que algunos, como Toni Soler, dudan seriamente si se atreverían a conducir por las calles de Barcelona:
Unos mensajes rotundos, no los únicos, a la hora de analizar la mala baba y deshumanización de quienes han escogido esta foto de Junqueras:
Hablando de autobuses, en la película Speed, Keanu Reeves y Sandra Bullock tenían que parar a un degenerado Dennis Hopper conduciendo desbocado un autobús cargado de explosivos. No sabíamos que España Ciudadana había hecho un remake de aquel filme.